¿Cómo valora las acciones del gobierno nacional en medio de la pandemia?
Nosotros hemos valorado varias decisiones que el presidente Duque ha tomado frente a la pandemia. En un primer momento denunciamos que el tema se estaba tomando a la ligera, pero se corrigió a tiempo. Sin embargo hemos sido claros en señalar, que si bien esas medidas han logrado de alguna manera contener el contagio, eso no ha sido suficiente para ocultar la verdadera cara de la lógica de poder y de gobierno que desde hace 200 años maneja el país. Es esa lógica de favorecer a los favorecidos y ‘joder’ a los ‘jodidos’, de trabajar por intereses particulares y no por las mayorías nacionales. Este modelo de gobierno favorece siempre a los mismos y no entiende la urgencia, las necesidades ni del mundo ni de nuestra gente, mucho menos del cuidado de la vida y del ambiente. Hay muchos ejemplos de cómo muchas de las decisiones que ha tomado este gobierno van en esa misma dirección.
Cuáles ejemplos…
Ahí está el caso de Finagro y el dinero que se suponía iba para los campesinos, que finalmente se quedó en los grandes industriales y comercializadores. Como es posible que se tomen medidas para favorecer a los fondos privados de pensiones que se adueñan del dinero de la ciudadanía y se benefician de su rendimiento privadamente, pero cuando dan pérdidas esas si las asumimos todos y todas. Es inaceptable que se favorezca a los bancos que solo el año pasado reportaron 11 billones de pesos en ganancias. Esa no puede ser la prioridad del gobierno. Debe ser la ciudadanía. La corrupción sigue campante como si no pasara nada y ya se habla de la desviación fraudulenta de más de 80 mil millones de pesos que supuestamente eran para atender la crisis. Ese es el modelo de poder y de gobierno que tenemos en este país y por supuesto que no vamos a estar de acuerdo porque estamos del lado de la gente.
Camilo, recordando que usted fue senador, ¿Qué tal ve la actuación del Congreso en medio de la pandemia? Mucho decreto y poco control político
Es que el actual congreso está dominado por parlamentarios que también defienden ese modelo de poder y de gobierno del que ya hablamos. Por eso mismo cuando yo fui senador, contra toda lógica, propusimos la revocatoria del congreso. Hoy, más de 15 años después de esa propuesta, seguimos hablando de las mismas causas que alentaron esa revocatoria y de una de las instituciones más desprestigiadas del país. El control político, hoy tiene una importancia superior, puesto que la declaratoria de emergencia le otorga al mandatario la facultad de expedir decretos legislativos sin que necesariamente esas normas sean deliberadas por el Congreso. Eso hace que el papel del Congreso tenga que ser protagónico en estos momentos, pues de esa actuación depende que las decisiones tomadas por el ejecutivo y su gabinete resulten compatibles con los intereses nacionales y regionales.
¿Y está cumpliendo con esa tarea?
Hoy tenemos una institución que no está cumpliendo el papel que debería y menos el mandato de responder por las mayorías nacionales. Para citar solo un dato, desde la primera declaratoria de emergencia el gobierno expidió un total de 79 decretos legislativos, mientras el congreso hasta el 18 de mayo había radicado 27 proyectos de los cuales solo 7 pretenden derogar o modificar alguno de los 79 decretos del presidente. Cuando uno revisa y encuentra que muchos de esos decretos favorecen a los mismos de siempre, por encima de los intereses de la gente, pero además encuentra que la actuación del congreso en ese control político es ineficiente, sabe que eso va a terminar generando una situación muy delicada para el país a futuro. Esas consecuencias políticas que se deriven de este estado de emergencia tendrá que asumirlas el congreso.
¿Qué piensa de la mejora en los índices de popularidad de Duque a pesar de la ñeñe-política y el reciente escándalo de las chuzadas?
Es que todo responde a la misma lógica de poder. Ese poder es capaz de expedir decretos para favorecer a los bancos y a los fondos de pensiones y al mismo tiempo expedir otro decreto para otorgar subsidios de vivienda para la gente. Entonces es esa lógica del garrote y la zanahoria, que de una u otra manera anestesia a la gente. Y por otra parte, este es un gobierno que está aprovechando al máximo una estrategia deliberada de cooptación de los grandes medios de comunicación nacionales para generar toda la opinión favorable que se pueda y que responda a sus intereses. Y lo tercero que hay que mencionar es que contratos de 3.500 millones de pesos como el de Du Brands para el manejo de la estrategia digital del presidente Duque, muestran con una claridad contundente lo que busca este gobierno en materia de imagen y de índices de popularidad.
Para hablar sobre Antioquia, ¿Cómo valora la respuesta del gobernador Aníbal Gaviria y el alcalde Daniel Quintero frente a la crisis?
El resultado de Antioquia y Medellín que, junto a Bogotá, son las experiencias del país más exitosas frente a la lucha contra la pandemia no es producto para nada de la casualidad. En estos territorios hay varios elementos que, a mi juicio, han sido determinantes y que se fundamentan, ante todo, en una escucha activa de la ciudadanía y en la defensa de los intereses de las mayorías, particularmente de los más vulnerables.
Sociedades como la antioqueña, al igual que en otros rincones de Colombia, nos han dado un gran ejemplo de resiliencia en medio de la adversidad. Ya en lo metodológico, uno podría decir que en esta zona del país con acierto se hizo una identificación más oportuna de los casos, clave para prevenir un colapso del sistema de salud; hubo un gran trabajo en equipo con las universidades para liderar el fortalecimiento del personal médico, de la investigación y la innovación en torno a la pandemia.
A ello se sumaron otros dos valores de la cultura antioqueña: el civismo y la generosidad. Todos estos elementos positivos junto al liderazgo del alcalde Daniel Quintero, por citar el ejemplo de Medellín, han convertido a esta región en un referente para el país.
Finalmente, en tiempos de cuarentena ha incrementado el asesinato de líderes sociales y acciones de erradicación forzada, en Antioquia ha resultado especialmente crítico en el Norte, ¿cómo ve esa situación?
Es inadmisible que en momentos en el que el mundo se pone de pie a proteger la vida, Duque insiste en la lógica de la muerte, propia de prácticas como la erradicación forzosa, la desatención al clamor de los pueblos que ven caer a sus líderes sociales y de la intención para retomar el uso del glifosato. Con este químico, impulsado desde los Estados Unidos bajo el pretexto de acabar la coca, se envenenó a Antioquia y a Nariño.
No contento con el fracaso de esta política de la muerte y cuando más que nunca la Colombia profunda exige una acción integral, hoy se abre la puerta de par en par a acciones militares de tropas de los Estados Unidos en las Zonas Futuro, como la que hay en el Bajo Cauca, en Antioquia, o en Tumaco, Nariño. Los verdaderos aliados para pasar la página de la coca son los territorios y sus pueblos. Desde Nariño impulsamos con recursos la sustitución que, según Naciones Unidas, es el camino más efectivo y con mejores resultados, pero el gobierno Duque debilitó esta alternativa.
