En la actualidad, el 31 de octubre no podría concebirse sin los disfraces, los dulces, las calabazas o expresiones tales como “triqui-triqui Halloween” o “truco o trato”, pues la celebración del Halloween, también conocida en Colombia como Día de las Brujas, se ha instaurado con fuerza en la tradición colombiana gracias al influjo de la globalización. Pero ¿de dónde procede esta festividad? y ¿cómo llegó a Colombia?
Orígenes: los druidas y el Samaín celta
Los orígenes del Halloween pueden rastrearse entre los pueblos celtas prerromanos que habitaron la Europa occidental (particularmente en las Islas británicas, norte de Francia y España), ya que dichos grupos humanos celebraban cuarenta o cincuenta días después del equinoccio de otoño una festividad llamada Samhain, castellanizada como Samaín, en donde se creía que la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos se desdibujaba, por lo que los espíritus de los difuntos podían vagar libremente por la tierra, mientras los druidas (clase sacerdotal celta) podían conectarse directamente con los dioses. El Samaín representaba el fin tanto del verano como de la época de cosecha, y marcaba el inicio de un nuevo año para los celtas.
Durante la celebración, se acostumbraba utilizar cráneos de animales como máscaras para evitar que los espíritus poseyeran o atacaran a los vivos. Además, cada familia celta enviaba con sus hijos un tributo (podía ser desde cereales o frutas, pasando a gallinas u ovejas) para ser entregado a los druidas quienes los ofrendaban a los dioses bajo los robles (que era el árbol sagrado celta y bajo el que se hacían casi todos los ritos). También utilizaban nabos a los que vaciaban su interior para poder rellenarlos con carbones encendidos y funcionar como faroles, pues tenían la creencia de que el fuego atraía a las almas de los familiares fallecidos, pero alejaba a los espíritus malvados.
El sincretismo religioso: la estrategia de la Iglesia católica
El papa Gregorio IV (pontífice del 827 al 844), buscando convertir al cristianismo a los pueblos de rito celta, estableció el 1° de noviembre como Día de todos los Santos, en donde se glorifica las almas que superaron el purgatorio y se encuentran en la presencia de Dios. El Día de Todos los Santos reemplazó la fiesta celta de Samaín, pero mantuvo el lugar especial que se le daba a los muertos, por lo que facilitó la conversión de los pueblos celtas. Acto seguido, en el siglo XI San Odilón de Cluny, abad francés, fijó el 2 de noviembre como día para conmemorar en todos los monasterios de su congregación a los fallecidos que aún se encuentran en el purgatorio; posteriormente, en el siglo XVI la idea de San Odilón se extendió a toda la Iglesia, por lo que el de 2 noviembre se conmemora el Día de los Fieles Difuntos. De este modo, la Iglesia católica incorporó y cristianizó la tradición pagana del Samaín y rinde homenaje a las almas que ya partieron de la Tierra.
Adicionalmente, la Iglesia señaló que se debía rezar por las almas de los muertos para que estas pudieran salir del purgatorio, por lo que en la Europa medieval se divulgó la costumbre de que los niños y los mendigos durante el 1° y 2 de noviembre iban de puerta en puerta pidiendo pastelillos o galletas de almas (que tenían un sabor dulce) a cambio de rezar y elevar plegarias por los difuntos de la casa. Sobre esto, el músico británico Sting lanzó una canción llamada Soul Cake (pastel de almas) en su álbum de 2009 If on a winter’s night haciendo alusión a esta tradición medieval europea.
De la hambruna irlandesa al Halloween moderno
La gran hambruna irlandesa de mediados del siglo XIX, ocasionada en gran parte por una plaga que afectó los cultivos de papa, obligó a más de un millón de irlandeses a emigrar de la isla, siendo los Estados Unidos el principal país receptor.
Los inmigrantes irlandeses, aunque eran católicos, mantenían vivas muchas tradiciones y leyendas celtas, por lo que las llevaron consigo a Estados Unidos. Así, los irlandeses continuaban con la práctica celta de tallar nabos para hacer faroles y hacían modestos disfraces para pedir dulces en las casas vecinas (una evidente fusión de la herencia céltica de Samaín y de la costumbre católica medieval del pastel de almas), por lo que esta tradición se fue esparciendo entre la población estadounidense hasta popularizarse en los años 20 del siglo pasado.
En Norteamérica las calabazas sustituyeron a los nabos porque son más fáciles de tallar y de vaciar su interior para poder poner velas adentro y hacer faroles, sin embargo, existe la creencia de que el uso de las calabazas surgió debido a un exceso en la cosecha de estas a fines del siglo XIX en algunos estados de Estados Unidos.
Halloween en Colombia
El cine y la televisión estadounidenses de los años 70 y 80 del siglo XX permitieron difundir el Halloween en Colombia, puesto que en los años 60 celebrar Halloween era solo una práctica de las clases más acomodadas de las ciudades colombianas. En este orden, la película Halloween de 1978 fue un hito en la divulgación de esta festividad. Cabe resaltar que la construcción de nuevos centros comerciales en las ciudades y la realización de eventos en estos sitios en torno al Halloween, ha reducido el número de niños que piden dulces de casa en casa, no obstante, esta costumbre sigue encabezando la lista de las actividades que más se practican durante Halloween, ya que según un estudio de 2017 de Ofertia, plataforma online de origen español, el 39% de los colombianos acompaña a sus hijos a pedir dulces. Así, el 71% de los colombianos celebra Halloween y gasta en promedio $163.400 pesos, señala dicho estudio.
Los cristianos y el Halloween
Diferentes denominaciones cristianas critican, en mayor o menor medida, esta festividad debido a sus orígenes paganos y porque de acuerdo a 2 Corintios 6:14-18 los cristianos no deben mezclar sus creencias con los ritos y prácticas de los paganos. Además, consideran que el disfrazarse de criaturas como lobos, brujas, vampiros, fantasmas o zombies no es correcto en cuanto que estos seres representan lo maligno, y según Efesios 6:12 y 1 Corintios 10: 20-22 los cristianos deben luchar contra las huestes del mal, por lo que no pueden tener nada que ver con los demonios o lo que haga alusión a ellos.
Etimología del nombre Halloween
Al ser una fiesta ampliamente difundida en los países anglosajones, el término proviene del All Hallows' Eve es decir la forma inglesa de llamar a la víspera del Día de Todos los Santos, por lo que frase se fue contrayendo hasta terminar en el moderno Halloween.
El Halloween hoy
Actualmente, los niños no son los únicos que disfrutan Halloween, sino que ahora los adultos y las mascotas se roban la atención con los disfraces e innovadores atuendos. En este sentido, el Halloween se ha convertido en una fiesta comercial más que en un día previo a la conmemoración de los difuntos, pues ahora tienen más acogida las fiestas de disfraces el 31 de octubre, que las tradicionales visitas, oraciones o rememoraciones a los muertos que se dan el 1° y 2 de noviembre. Pero es importante destacar que en México, Italia, la península ibérica y amplias zonas de Latinoamérica los fallecidos son recordados con solemnidad, llevando flores a las tumbas y rezando por su eterno descanso.
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