El empresario caleño Andrés Hernández Bohmer tomó las riendas desde el 2005 de Drogas La Rebaja, el emporio de droguerias construido por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, a partir de 1983. La compra de la cadena de supermercados Jota Gomez les permitió ampliarse a distintos puntos de la ciudad. Como agente interventor designado por la Superintendencia de Economía solidaria Hernandez recibió un inventario de medicamentos en 415 locales distribuidos en todo en Colombia y doce años después la cadena llegó a 872 locales con una oferta no solo de medicamente, generando 7.000 empleos directos y 30 mil indirectos. Los ingresos anuales de $1.2 billones y colocan a Drogas La Rebaja está entre las 50 empresas más grandes del país.
Con estos resultados del 2016, Hernández Bohmer le solicitó en marzo de este año a la Superintendencia levantar la intervención. La respuesta fue inexplicable. Antes de cualquier consideración o reconocimiento al desempeño, el recién nombrado superintendente Hector Raul Ruiz , en una entidad que ha estado bajo la lupa, guardo silencio al tiempo que buscaba la manera de descabezar a Hernández. Y lo logró: el 27 de julio lo removió del cargo para nombrar a la también caleña, Martha Cecilia Caracas Montaño, según resolución 2017330003955 de la Superintendencia de la Economía Solidaria. La funcionaria sólo permaneció en el cargo hasta el 14 de agosto cuando fue nombrado Fernando Umaña Villanueva.*
La cadena Drogas la Rebaja era el proyecto empresarial más consolidado de los Rodríguez. Nació en un local en Mariquita, Tolima, su pueblo, y donde fue mensajero desde los 12 años. Cuando se trasladó a Cali junto a sus hermanos, a mediados de la década del cincuenta, se convirtió en el muchacho de los mandados de una farmacia en el Barrio Belalcázar en donde aprendió a hacer trampas con los precios de las drogas y, ya siendo parte de Los Chemas, en 1972, abrió su propia farmacia en un garaje. Luego, ya a principios de los 8O, hicieron una movida crucial: le compraron a la familia Arango la tradicional cadena de supermercados Jota Gómez, la re-nombraron La Rebaja como parte de la red. Con la detención de los capos del cartel de Cali en 1995, el negocio pasó a manos al primogénito de Gilberto, Jaime Rodríguez Mondragón, formado profesionalmente en Standford.
La puesta en vigencia de la Ley Clinton en ese mismo año, por iniciativa del Presidente de Estados Unidos como mecanismo de la lucha internacional contra las drogas, mandaron al traste las pretensiones empresariales de la familia. El emporio familiar entraba en zona de candela, ahora judicial.
Locales de Drogas la Rebaja fueron blanco de ataques de Pablo Escobar en la guerra entre los carteles
Ni siquiera las 85 bombas que Pablo Escobar les puso a las sucursales de Pereira, Cali, Bogotá y Medellín entre enero de 1988 y mayo de 1990 había puesto a temblar a los 93 integrantes de la familia de los jefes del Cartel de Cali que dependían de la Cadena de Droguerías La Rebaja, del impacto que esta decisión produjo. Estados Unidos actuó pronto: de un plumazo bloqueo a los proveedores y ninguna multinacional farmacéutica podía tener negocios con Drogas a Rebaja.
Pero la presión internacional no estaba acompasada con las acciones judiciales en Colombia. En febrero de 1996 la Fiscalía de Gustavo de Greiff inexplicablemente cerró la investigación contra Drogas la rebaja. Pero la amenaza internacional pendía. .
Jaime Rodríguez encontró entonces una salida legal para proteger la empresa. Constituir legalmente una cooperativa con los 4.100 trabajadores que bautizaron Coopservir. El capital inicial era de $35 mil millones cuyos aportes debían ser reembolsados en 20 años aportando el 10% de su salario. Ricardo Calderón fue nombrado como primer representante legal.
Eludir a la lista Clinton no fue fácil. En 1998 la Cooperativa Coopservir y 100 de sus trabajadores fueron incluídos en ella. Durante meses interminables los trabajadores no pudieron acceder a la seguridad social ni a su fondo de pensiones, además de que no tenían ninguna oportunidad de obtener un préstamo o abrir una cuenta de ahorros en un banco. Después de dos años de investigación la policía judicial llegó a la conclusión que la venta había sido ficticia. Una de las sedes de Cali, la ubicada en el barrio Ciudad Jardín, la más cercana a la casa de Miguel Rodríguez, fue allanada por la policía. Allí, en una caja fuerte, encontraron libros oficiales, cd’s y la minuciosa contabilidad que comprobaba lo que era un secreto a voces: Drogas La rebaja seguía siendo de los capos máximos del Cartel de Cali. El gobierno de Alvaro Uribe, a través de la Superintendencia de Economía Solidaria, intervino la cadena de Drogas la Rebaja en el 2005.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos encontró que solo el 5% de los activos pertenecía a los trabajadores y que el resto del capital eran deudas contraídas por la segunda generación de la familia, deudas que alcanzaban los $132 mil millones. Mientras estuvieron en una celda en Estados Unidos los ex contadores del Cartel de Cali, Guillermo Palomari, y Daniel Serrano Gómez declararon que en 2013 la familia de los Rodríguez Orejuela aún tenían el control de la cadena de droguerías La Rebaja y de los laboratorios Blanca Pharma y Kressfor. Esa confesión le bastó a la Fiscalía para llamar a juicio a los hermanos Jaime, Humberto y Maria Alexandra Rodríguez Mondragón y a sus primos, Maria Fernanda y Juan Miguel Rodríguez Arbeláez junto a su madre Amparo Arbeláez Pardo.
Desde 1999, la Fiscalía recopilaba información desde 1999 y 15 años después contaban con un expediente de 130 páginas en el que comprobaban que los trabajadores de las cooperativas Copservir y Cosmepop habían sido manipulados por Maria Teresa Quiazua, una ficha de los hermanos Rodriguez Orejuela, para conformar esas asociaciones y facilitar la supuesta legalización de las empresas. Un golpe de suerte inesperado frenó la intención de la Fiscalia con sus investigaciones: los Estados Unidos, después de 20 años, retiraron la empresa de la Lista Clinton. El 20 de junio del 2014 Drogas La Rebaja junto a otras 200 compañías en el mundo era beneficiada con la decisión. La tan esperada noticia, la recibió Jaime Rodríguez en su libertad condicional, después de haber pagado siete años de cárcel en una cárcel de Palmira condenado por presunto lavado de activos.
La escogida por el Superintendente, Martha Lucia Caracas viene de manejar Endosalud de Occidente prestadora de servicios de salud a los hospitales del Valle
La decisión arbitraria con tinte polítiquero por parte del gobierno nacional y en cabeza del superintendente Ruiz, puede echar al traste el esfuerzo de 13 años en cabeza del gerente Andrés Hernández quien consiguió llevar el grupo empresarial farmaceútico a ocupar un puesto entre el top 5 de las empresas más grandes del sector y las 50 del país.
Publicada originalmente el 3 de septiembre de 2017.
*Actualización 11 de octubre de 2017 - 2:25 p.m.:
Las2orillas.co se permite rectificar: En la versión original publicada el 3 de septiembre del 2017 se dijo que Martha Cecilia Caracas Montaño, había llegado con el respaldo político de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, uno de los pesos pesados del Partido de la U en la Casa de Nariño. En cuanto la señora Caracas no ha tenido ningún respaldo político de la Gobernadora del Valle para ser nombrada en el cargo, se modificó el texto como aparece en la publicación del 11 de octubre del 2017.
