Suavemente, bésame que quiero sentir tus labios besándome otra vez. En la década de los 90 no había otra canción de merengue que se escuchará más en las estaciones de radio, discotecas y cada rincón del país poniendo a bailar a familias enteras, las tías y abuelitas no eran la excepción. Como olvidar cuando el puertorriqueño Elvis Crespo que vivió desde los 6 años en Estados Unidos estaba en la cima del éxito. Con solo 28 años se lanzó como solista y no pasó mucho para que saltará a la fama. Hizo giras en Estados Unidos, América Latina y hasta en Europa y fue nominado a los premios Grammy como mejor banda sonara al lado de grandes como Ricky Martín.
El dinero y la fama solo llevaron a Elvis Crespo por el mal camino. No pasó mucho para que se involucrara con alcohol, drogas, mujeres y vicios. Su carrera se fue en picada. Elvis Crespo se desesperó, la ansiedad y el ego se apoderaron de él. Su matrimonio con su primera esposa terminó y quedó solo, con los recuerdos de su época dorada. Tocó fondo cuando vivó una bochornosa escena en un vuelo comercial. Pasado de tragos y bajo el efecto de estupefacientes, abordó un avión. Una mujer llamada Patricia Perea era su compañera de asiento, Elvis se empezó a masturbar frente a la mujer sin importarle que todos los pasajes lo veían. El abuso le salió caro al cantante cuando se divulgó en la prensa. La 'tocadita' en el avión casi le cuesta su segundo matrimonio.
Desde entonces, el colapso de su imperio fue cuestión de tiempo. Hoy, intenta volver a tener la popularidad que en la década de los 90. No ha sido fácil, pero Elvis Crespo espera volver a ser el cantante de merengue número uno de las emisoras.
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