Andrés García y Julián Villalba son creadores de una aplicación que ha ayudado a mucha gente a encontrar trabajo, como quien encuentra pareja en Tinder. Se trata de Dream Jobs, que por medio de un GPS y notificaciones similares a las de Whatsapp, indica a sus usuarios cuáles son las ofertas laborales que más se ajustan a su perfil y ubicación. Hay más de 380 empresas registradas que ofrecen vacantes en la aplicación. Davivienda, Seguros Bolívar y el Grupo Éxito son algunas de ellas.
Andrés García, uno de sus creadores, ya había tenido experiencias con emprendimiento digital. Una de ellas fue en Argentina, donde creó una tarjeta de crédito que por 40 dólares permitía a extranjeros acceder a hotelería, rumba, turismo y transporte por cuatro meses. Sin embargo, se aburrió y decidió volver a Colombia. En el país montó Forum Consulting, una firma de headhunting para cargos medios y directivos. Ahí notó la falla que había en el mercado laboral en relación con la tecnología. En ese momento se le ocurrió contactar a Julián Villalba, y juntos empezaron a trabajar en el desarrollo de Dream Jobs. Villalba abandonó su trabajo en la aceleradora de proyectos INR, para irse de lleno con la idea de su compañero.
La idea en principio parecía una locura. Se trataba de dos jóvenes que rozaban los treinta años y se comprometieron con un proyecto arriesgado de tiempo completo. Para materializarlo fueron necesarias muchas trasnochadas, aprender de temas desconocidos y contactar a ingenieros expertos en el tema tecnológico. Es tal la fe que tienen los jóvenes emprendedores en su idea, que hace poco rechazaron una oferta de US$ 150.000 para venderla a empresarios mexicanos.
Sin embargo, el esfuerzo ha valido la pena. En los dos años que lleva operando ya tiene alianzas con Google y Microsoft. Además tiene un acuerdo con la Cámara de Comercio de Bogotá, bajo el cual el círculo de afiliados a la entidad, tiene acceso gratuito a la versión Plus de la aplicación. Una empresa puede gastarse hasta siete millones de pesos en un proceso de selección convencional, lo cual tiene un costo no solo económico sino administrativo. Con Dream Jobs, esto disminuye considerablemente. La meta es liderar el mercado del empleo latinoamericano en los próximos cinco años.
Dream Jobs tiene ventajas tanto para las empresas como para los aspirantes. A las grandes empresas les ayuda a disminuir la rotación, mientras que a las pequeñas les ayuda asumiendo funciones que desarrollaría un departamento de recursos humanos que ellas no tienen. Hay que tener en cuenta que cerca del 60% de las empresas suscritas a Dream Jobs son Pymes. Por su parte, a los aspirantes a las vacantes les ayuda no solo a ubicarlos en empleos relacionados con su perfil, sino en aspectos formales como la presentación de la hoja de vida.
Tanto García como Villalba están convencidos de que entregar hojas de vida a una empresa no genera valor ni a la compañía ni al aspirante. Por eso, uno de sus objetivos es agilizar, optimizar y dignificar el proceso de reclutamiento humano. Ellos no son los únicos que creen en Dream Jobs. La aplicación cerró una ronda de negocios con Activos S.A.S, un gigante del mercado que logra cerca de 80.000 contrataciones al año. Además, cuenta también con el apoyo de Wayra, la aceleradora de negocios de Telefónica.