Todo empezó un domingo de 2017 con una noticia que estremeció a la sociedad colombiana. En noticieros y redes sociales se informó que un funcionario de TransMilenio había muerto debido a una puñalada en el pecho. Lo anterior, tras un episodio de intolerancia por parte de un usuario que se molestó porque le solicitaron que marcara el pasaje en una de las registradoras de la estación de la Avenida Jiménez del centro de Bogotá. Este acontecimiento está marcado como uno de los más violentos dentro del sistema masivo, ya que un joven perdió su vida por cumplir con una de las obligaciones de su trabajo.
Estos casos son preocupantes ya que dentro del sistema son muchos los inconvenientes que tienen que sortear estos trabajadores a los que colocan como carne de cañón sin protección alguna. Además, este no es simplemente un problema organizacional de TransMilenio, acá entran a jugar un papel importante la seguridad privada y la fuerza pública representada por la Policía Nacional. En la actualidad, el sistema cuenta con 13 troncales y más de 120 estaciones (algunas de ellas en el municipio de Soacha). Somos conscientes de que no en todas las estaciones de la ciudad podemos encontrar agentes que nos brinden la seguridad que adquirimos al momento de la compra de un pasaje.
Pero, ¿qué puede estar pasando con la administración Peñalosa en cuanto a la seguridad no solo de los operadores que prestan un servicio a TransMilenio sino de las personas que nos vemos en la obligación de utilizarlo a diario? Con el nuevo Código de Policía Nacional, en el 2017 tener malos comportamientos dentro del transporte público obligará a la persona a cancelar una multa de $ 786.000, siendo así un comportamiento inadecuado colarse dentro del sistema.
Recolectando varias experiencias de usuarios en diferentes horas del día dentro de las estaciones de TransMilenio se encontró que casi siempre se encontrará a un operador de “Tu llave”; sin embargo, difícilmente se hallará seguridad privada o en su defecto presencia de la Policía Nacional. Adicionalmente, a la falta de seguridad se suman las pésimas condiciones en las que tienen que trabajar por largas horas, según El Espectador el Ministerio de Trabajo impone multa a TransMilenio y a la empresa Recaudo Bogotá por un valor de 690 millones por “no tener baños para los empleados que laboran en las taquillas de las estaciones ubicadas en las fases I, II y III del sistema masivo”.
Debido a la falta de garantías y las pésimas condiciones del trabajo, un trabajador con quien hablé dice que ha optado por no decir absolutamente nada a las personas que con falta de cultura optan por entrar al sistema de forma inadecuada, todo esto con el fin de no entrar en conflicto con ellos y de salvaguardar su integridad que se ve expuesta cada vez que se coloca el uniforme de “Tu llave”.