En 1986 se aprobó la elección popular de alcaldes. La primera campaña fue liderada por un presentador de televisión, un delfín en quien no creíamos, y después comprobamos que no fue capaz. Andrés Pastrana Arango ganó la alcaldía en 1988, este "gran" alcalde, además del hueco fiscal, dejó el puente de la 92 que ha sido reconstruido tres veces. Muchos le hemos asignado su nombre a ese puente, para recordar que nunca más debemos elegir a ningún Pastrana en el poder.
Después llegó al poder un tipejo que renunció a su ciudadanía gringa para poder aspirar en la política bogotana, admito que pensé que no era más que otro ladrón de cuello blanco cuando repartía volantes a la entrada de la Universidad. Enrique Peñalosa tuvo una virtud importante, construyó sobre las cosas buenas que dejó Antanas Mockus, generó algo que para entonces nadie valoraba, el espacio público y, aunque no le guste a muchos, acabó el eterno trancón de la Av. Caracas; quienes lo critican debería revisar la historia sobre cómo era la Caracas antes del año 2000.
A Peñalosa lo critican por lo bolardos, por las losas, porque no le dio gusto a Uldarico y sus 50.000 taxis, porque no negoció el espacio público, por el plan maestro de movilidad y hasta porque inició la expropiación del campo de polo del Contry Club. No obstante, prefiero ver el vaso medio lleno, para que los bolardos invadan los andenes con el fin de tener de nuevo espacio público sin el temor de que un carro atropelle a los peatones.
Dirán la masas ingenuas: "pero reconozca que en estos 12 años ha habido alguna cosa buena". Sí, lo reconozco. Pero no es posible que la única forma de reducir la pobreza sea entregando subsidios a diestra y siniestra. El 31 de mayo en la vereda Las Mercedes, un joven de no más de 30 años, quien tal vez recibe un mercado cada mes, tal vez participa de Familias en Acción, hizo la siguiente afirmación "Nosotros somos gente que sabe trabajar. Nosotros no somos mendigos. Nosotros no necesitamos que nos regalen Nada. Nosotros necesitamos que el gobierno nos respete, arregle las vías, que haga planes de mercadeo para cuando sacamos nuestros productos". Nunca pensé que una persona joven con algún grado de pobreza se atreviera a decirle a las instituciones presentes ese día que lo regalado produce más pobreza, incluso pobreza mental.