Dr. Antonio José Ardila Gaviria
Vicepresidente Organización Ardila Lülle
Ciudad,
Respetuosamente me dirijo a usted con el deseo de manifestar una serie de inquietudes que como aficionado del Club Atlético Nacional, del cual usted es dueño, me surgen.
Entiendo que a través de la organización encabezada por su padre desde el año 1996 usted se hizo dueño del Club de sus amores. Y que aunque la decisión tiene un alto grado pasional, no deja de ser una decisión de negocios. Cuánto no diéramos los hinchas de cualquier equipo de cualquier deporte por tener ese privilegio.
Usted y su familia son millonarios, y como tal han logrado sus fortunas a través de la audacia, el trabajo constante y la toma de decisiones acertadas ¿verdad?
Pues bien, me pregunto, o mejor, nos preguntamos los hinchas de Nacional ¿qué de audaz tiene crear un proyecto deportivo desde el año 2011 con el regreso de Santiago Escobar, la era Osorio y la era Rueda para terminar en lo que estamos viviendo ahora? Y con ahora no me refiero a perder con el Deportivo Cali o Tigres, me refiero a un 2017 terrible, en el que la mayoría de las decisiones afectaron un exitoso proyecto deportivo y económico, independiente de ganar una Liga mediocre en comparación con un 2016 en que se cabalgó la misma en gran parte con suplentes y juveniles.
Hagamos un recuento: yo empezaría por la equivocada manera de hacer del uniforme de Nacional, en concreto la equipación alternativa (uniforme de visitante), una nada sutil forma de publicitar su bebida Speed Max. Hay maneras más efectivas de publicitar y definitivamente los emblemas de un equipo de fútbol no deben ser vilipendiados. Entiendo que el fútbol vive de publicidad y de los derechos de televisión que rentan y la publicidad que en ellos se exponen, pero creo que su agencia de publicidad atentó contra la identidad del actual campeón de América.
Yo no pertenezco a su círculo cercano, pero tengo personas allegadas a usted que me afirman que aunque las decisiones de contrataciones tanto de cuerpo técnico como de jugadores son potestad de las directivas encabezadas por el presidente, es usted quien tiene la última palabra.
De sobra fue manifiesta la inconformidad con la ida del doctor De La Cuesta por parte de la mayoría de la hinchada, aunque se alcanzó a filtrar en los medios que hubo contrataciones de futbolistas que no fueron totalmente claras y que para hablarlo coloquialmente estaban metiéndole las manos en los bolsillos a la organización. Si ese fue el caso, lo aplaudo, muy a pesar del gran cariño que la hinchada le tiene al doctor Juan Carlos.
Lo que no entiendo es lo siguiente: Nacional viene trabajando su base de jugadores juveniles desde su llegada en el 96, pero ha utilizado al Envigado y en años recientes al Alianza Petrolera como socio estratégico para la consolidación de talentos jóvenes, es decir Nacional se surte de estos equipos y de sí mismo para proyectar jugadores que además de fortalecer deportivamente al equipo tienen el potencial de ser ubicados en equipos extranjeros que pagarán altas sumas por su pase una vez proyectados. Sin embargo, a diferencia del Envigado y de Alianza, Nacional es un equipo de consolidación y esta no se da casi nunca a los 18 años, como pasó con Juan Fernando Quintero o con Marlos Moreno para mencionarle 2 de los casos más emblemáticos.
Por ejemplo, el Santos de Brasil decidió que la venta de Neymar solo se daría después del Mundial de 2014, cuando este ya tuviera 22 años y fuera un futbolista maduro y con el más alto valor en el mercado para un futbolista joven (esto no sucedió, por la presión mediática fue vendido en el 2013 con 21 años). Si Quintero hubiese jugado tres años más con Nacional y no se hubiese ido al Pescara (equipo de la B italiana) probablemente hubiese madurado a nivel personal y futbolísticamente. Hay razones para creer que si no los hubieran vendido "biches" hubiesen traído muchas alegrías y triunfos a nuestro amado club dado su talento. Pero no, se fueron y fracasaron y pese a lo que dicen muchos analistas y pseudo-analistas sí hay maneras de retener a esos talentos. Tal y como mencioné a Neymar, quien en el 2013 tras haber jugado más de 200 partidos con el Santos y haber ganado una Copa Libertadores fue vendido por una cifra que se especula rondó los 110 millones de euros, y no estoy diciendo que Quintero o Marlos tienen o no la calidad de Neymar, solo me refiero a que si se quiere, es posible retener el talento lo suficiente para madurarlo y de paso conquistar títulos y grandes gestas, además la rentabilidad de vender a un jugador con más peso futbolístico es mayor, especialmente si el jugador ha conseguido títulos. ¿Cuánto hubieran pagado por un Quintero de 21 años, maduro y con la experiencia de la era Osorio?
Otra parte del proyecto que yo no entiendo y creo que la mayoría de la hinchada tampoco es la llegada de jugadores sin peso futbolístico como Roderick Miller, Luis Carlos Ruiz, Gorka Elustondo o en su momento Pablo Zeballos, Pablo Velázquez, así como la venta de jugadores de alto peso futbolístico como Yimmi Chará, Sherman Cárdenas o inclusive el mismo Mateus Uribe, Andrés Felipe Ibargüen y Miguel Ángel Borja (aunque estos últimos son casos más complejos). Las malas contrataciones y ventas le han costado al club tanto en lo económico como en lo futbolístico.
Pero si hay algo que toda la hinchada aún no asimila es la partida de Reinaldo Rueda y la llegada de Juan Manuel Lillo.
Como lo mencioné anteriormente, el ciclo del doctor Juan Carlos de la Cuesta terminó de forma inesperada e incluso sospechosa, pero contratar a Andrés Botero y Juan Fernando Prats deja muchas preguntas que nadie ha respondido sinceramente.
Botero como director de Coldeportes dejó suspicacias sobre el manejos de los XX Juegos Deportivos Nacionales de Ibagué de 2015, por los cuales hay una investigación conducida por la Contraloría General de la República por la presunta malversación de más de 30 mil millones de pesos y que otras versiones llegan a decir que son más de 60 mil millones es decir, entre 10 y 30 millones de dólares se "embolataron" con el doctor Botero como cabeza de la entidad.
El doctor Juan Fernando Prats Muñoz llegó como primer vicepresidente del Club, luego de haber sumido a la empresa EDATEL en una profunda crisis laboral y económica, debido a una reestructuración que preponderó con despidos masivos ilegales, matoneo laboral para impulsar renuncias a funcionarios que no eran de su agrado y un enfrentamiento con toda la planta de trabajadores tanto sindicalizados como no-sindicalizados.
Doctor Ardila, ¿esos son los directivos que usted quiere para el club de sus amores? ¿Antes de ser el dueño de Nacional, usted hubiese querido que personas con semejantes escándalos en su pasado reciente llegaran a administrar el equipo del que usted es hincha? ¿No hay en Colombia o en Antioquia unos ejecutivos exitosos con trayectoria deportiva que no tengan tales manchas en su hoja de vida? Sabemos que usted dispone, pues es el dueño del equipo, pero recuerde que hay equipos sin hinchada e hinchadas sin títulos; pero los grandes equipos son los que tienen hinchadas y títulos y en eso Nacional es el más grande de Colombia.
Y es que justamente luego de la llegada de los doctores Botero y Prats se conjugó el que la mayoría de los hinchas consideramos el peor error institucional del Club Atlético Nacional, la salida de Reinaldo Rueda como cabeza del cuerpo técnico. En las noticias trascendió que fue debido al cruce con Juan Pablo Ángel debido al manejo del CAR, todos los hinchas admiramos a Ángel como jugador y entendemos que él hace parte del proyecto que usted quiere para posicionar a Nacional como equipo de élite pero justamente ha tomado decisiones que no corresponden con ese norte, Rueda es de lejos el mejor entrenador colombiano del momento secundado solo por Juan Carlos Osorio, entonces ¿Cuáles son las prioridades para posicionar al equipo?
Si Nacional hubiese mantenido la mayor parte de la nómina que ganó la Libertadores, y se hubiese reforzado adecuadamente (razón principal del fracaso de este año) Nacional hubiese conseguido aumentar su rentabilidad aún más que el 123% del 2106 (más de 161 mil millones de pesos). Si tan solo hubiese conseguido la misma cifra de crecimiento en menos de 5 años estaríamos a la altura económica de algunos de los equipos grandes de Brasil, lo cual sería un logro abrumador pues Brasil nos cuadruplica en habitantes y tiene un PIB casi siete veces mayor, y que con más de dos mil jugadores en el exterior es un país que renta excepcionalmente bien en materia futbolística.
Pero no solo eso doctor Ardila, no entiendo como una organización tan rica y hábil dejó escapar la oportunidad de catapultar esa vitrina publicitaria que hubiesen conseguido si mantenían el proyecto serio que llevo a Nacional a ser el mejor equipo de América, un Nacional que hubiese sido protagonista o porqué no, Campeón de la Libertadores nuevamente hubiese sido un increíble motor publicitario para Postobon y su organización.
Doctor Ardila, sé que usted es una persona que tiene sus negocios claros y yo no soy un gurú económico que viene a decirle qué debe hacer y qué no. Simplemente es que las cuentas no dan, ¿por qué acabar con un proceso exitoso? ¿por qué descontinuar un tren arrollador en materia futbolística, económica y publicitaria? Ojalá el tren se pueda volver a poner en marcha, pero eso no va a suceder si se venden los talentos “biches”, si salen jugadores claves y se refuerza mal el equipo, y sobre todo si se dejan ir directivas y cuerpos técnicos exitosos con amor al club y se traen Lillos, Boteros y Prats.