En la madrugada del 16 de octubre de 2002, la IV Brigada del Ejército entró a la Comuna 13 de Medellín cercándola desde abajo y abriéndole paso a 1.200 hombres de la Policía, Fiscalía y DAS. La operación estaba planeada milimétricamente con el objetivo de acabar con las milicias urbanas de la guerrilla: los Comandos Armados del Pueblo (Cap), el Eln y las Farc, quienes habían logrado asentarse en los 23 barrios de la comuna desde 1999. Dirigida por el propio presidente Uribe, La Orión fue una realidad que dejó por lo menos 88 personas fueron asesinadas, otras 300 desaparecidas y 350 personas detenidas ilegalmente.
El Comité de presos por la verdad de Colombia le envió esta carta a la JEP, a la Comisión de la Verdad, al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición (SIVJRNR) y a la Unidad Especial para la Búsqueda de las Personas Dadas por Desaparecidas para ofrecer su verdad, su testimonio sobre hechos de la guerra como La Operación Orión. Cerca de 200 presos en La Picota, ex paramilitares y exguerrilleros organizados en el Comité quieren ir a contar qué fue lo que sucedió y quiénes son responsables. Por ejemplo, mencionan como prioridad la muerte del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado, asesinado cuando salía de la Universidad Sergio Arboleda.
“Estamos dispuestos a aportar verdad plena, es decir, de exponerla de manera exhaustiva y detallada; verdad y relatos de las actividades o conductas cometidas en desarrollo del conflicto, y las circunstancias de su comisión, y también, a brindar informaciones necesarias y suficientes para atribuir responsabilidades”. Esta es la carta del Comité: