Aunque los pereiranos, Simón Gaviria y Luis Carlos Villegas, ocupan altos cargos en el Gobierno Nacional, la ciudad no aportará un solo peso para la construcción del cable aéreo, que mejorará la movilidad en la capital risaraldense.
A segundo debate en el Concejo Municipal de Pereira pasó un proyecto que le da vía libre al alcalde Juan Pablo Gallo para iniciar la construcción del segundo gran hito de la ciudad, después del viaducto César Gaviria Trujillo: el cable aéreo entre la gobernación de Risaralda y la comuna Villa Santana.
Con una extensión de 3.440 metros y 60 cabinas o góndolas para 8 personas sentadas y dos de pies, el cable contempla estaciones en el parque Olaya Herrera, al pie de la Gobernación; en el Terminal de Transportes; la Universidad Tecnológica de Pereira y el barrio Las Brisas en la comuna Villa Santana.
Hará parte del Sistema Integrado de Transporte Masivo, por lo que los viajes se pagarán con la misma tarjeta de Megabús, con la que además podrán desplazarse a los municipios de Dosquebradas y La Virginia.
Además de sacar de las calles para chatarrización cerca de 30 buses y reemplazar combustibles fósiles por energía eléctrica, el cable aéreo se presenta como una solución frente a los graves problemas de movilidad que afectan a la ciudad, los mismos que llevaron a la construcción del viaducto César Gaviria, inaugurado el 15 de noviembre de 1997 por el entonces presidente Ernesto Samper.
En aquel entonces, 20.000 vehículos cruzaban diariamente entre Dosquebradas y Pereira, hoy esa cifra supera los 180.000 vehículos, una cifra similar a los que se encuentran matriculados en el Instituto de Tránsito y Movilidad de la ciudad.
Adicionalmente de facilitar la movilidad a cerca de 22.000 personas entre estudiantes y profesores de la Universidad Tecnológica de Pereira y unos 20.000 pasajeros que ocupan diariamente la Terminal de Transportes, el cable aéreo le permitirá a los cerca de 18.000 habitantes de la comuna Villa Santana trasladarse desde sus hogares al centro de Pereira en escasos 13 minutos, de los más de 50 que hoy tardan en promedio.
Aprobado en el plan de desarrollo 2016-2020, el proyecto requiere una autorización de endeudamiento hasta por $80.000 millones de pesos ya que, pese a contar con dos coterráneos en el gabinete del presidente Santos (Luis Carlos Villegas en Defensa y Simón Gaviria en Planeación Nacional), la nación no ha comprometido un solo peso de los $130.000 millones que cuestan las obras.
Se estima que cerca de $30.000 millones de los 130.000 que vale el proyecto se irán en el pago de cargas impositivas.
El propio gerente del proyecto, Juan Guillermo Ángel Mejía, reconoció que se han golpeado sin éxito las puertas del Gobierno Nacional, por lo que anunció que se luchará por obtener exenciones contempladas en la reciente Reforma Tributaria, entre ellas el beneficio del 5 % de IVA para vehículos, híbridos, motos y bicicletas que utilicen la tecnología eléctrica, ya que este es un proyecto de movilidad motorizada sostenible.
La gobernación de Risaralda prometió una partida de $10.000 millones para el proyecto, y el alcalde estudia destinar 50.000 millones que recibirá la ciudad como anticipo por la APP del Aeropuerto Matecaña, para este proyecto de gran impacto social, que mejorará particularmente la calidad de vida de los habitantes de Villa Santana.
Villa Santana es una zona vulnerable, habitada por comunidades afrodescendientes, indígenas de la etnia Embera y desplazados, que a lo largo de dos décadas se han establecido en medio de enormes dificultades alrededor del cerro Canceles y cuentan con una sola vía de salida, lo cual agrava sus condiciones de movilidad.
Otro de los beneficiados sería el sector turismo, ya que desde el aire los visitantes de Pereira podrán apreciar el imponente desarrollo urbanístico de los sectores de Pinares de San Martín y los Álamos, y el exuberante paisaje del Jardín Botánico de la Universidad Tecnológica de Pereira, un verdadero santuario de flora y fauna.
