Cuando José Montoya fue seleccionado para participar en la primera temporada de MasterChef, se dedicaba a arreglar el interior de apartamentos en obra negra. Según él, el pago que podía tener en una semana no era malo, pero lo irregular de los contratos era lo que no le permitía una estabilidad económica.
Llamado por RCN, el trabajador de construcción aceptó, pensando que sus problemas económicos desaparecerían, al menos por la duración del programa. Sin embargo, lo que recibió por su participación no fue lo que él esperaba.
“Lo que me colapsó fue que no recibí ni mier… Fuimos la primera temporada, y el rating del reality estuvo muy bien, superando a Caracol incluso, y a nosotros nos hicieron un contrato muy chimbo, y como uno no sabía nada de eso.” contó José en entrevista con Las 2 Orillas.
También agregó: “El caso era que nos iban sacando y nos pagaban. Al primero, por ejemplo, le pagaban quinientos mil pesos, al segundo un millón, o sea nada. Eso no era ni mier… para las regalías publicitarias que nosotros estábamos generando. Yo salí de entre los finalistas y me tocaron como tres millones de pesos, menos retefuente y todo eso. Al final me dieron como dos millones seiscientos. Estuve tres meses encerrado, sin ver a mis hijos, sin comunicación, generando deudas, y salí de allá con una mano adelante y otra atrás.”
Fue tal la indignación de Montoya, que terminado el reality decidió no cocinar más, pensando que todo lo que había ocurrido en MasterChef había sido falso, o dirigido para generar más audiencia. Sin embargo, hoy es considerado como el genio de las pizzas artesanales en Bogotá.
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