La canadiense Parex Resources, la sexta empresa más grande entre las petroleras en Colombia, tuvo que suspender su trabajo en Arauca. La compañía canadiense y cuyo gerente en Colombia es Leo Nicholas di Steffano, tenían un proyecto llamado Capachos en Saravena, pero ante los atentados y amenazas del ELN, cerraron ese pozo. El fin de semana se conoció que el gremio del sector está impulsando de nuevo el cese al fuego con esta guerrilla, pues los costos de producción se elevan, e incluso se cierra en el momento.
La Oxy, compañía de la que son accionistas la familia de expresidentes Bush y que controla desde hace 20 años el pozo Caño Limón, también tiene la producción suspendida porque el oleoducto Caño Limón-Coveñas sufrió el décimo atentado del año, producto de una granada en el municipio de Saravena.
La situación de la canadiense Frontera es distinta. Llegó este año al país adquiriendo los 39 pozos que tenia Pacific E&P, empresa que que se declaró en quiebra. Uno de estos, Bloque Cubiro en Casanare, también fue cerrado, pero por presión de la comunidad de San Luis de Palenque, que demandaba beneficios que la petrolera no encontró justificables. Frontera denuncia que sus trabajadores han sido sometidos a amenazas que tornaron la situación de alto riesgo para los empleados. De allí la decisión de cerrar el pozo que produce 3,600 barriles diarios. Todas le piden al gobierno intervenir para garantizar la seguridad en las zona.