Escena de una niña de 5 años y su madre.
" Por favor mami, sácame 5 minuticos al pradito de enfrente”, con las manitos entrelazadas sobre su frente, “me siento mal por estar encerrada.”
¿Será que el aislamiento preventivo obligatorio puede causar alguna alteración funcional neurológica, transitoria o de mayor envergadura, como la causada por el hambre?
Algunos especímenes humanos refunden la comida para lograr un beneficio personal (¿¿ROBO??). Las consecuencias de una mala nutrición suelen ser graves y definitivas; con menoscabo de las funciones mentales; serán adultos con debilidad mental y poca habilidad para su autonomía que les permita ser libres y autosuficientes.
¿Serán parecidos a los que les roban su alimento?
Y el extremo opuesto, el consabido de los viejitos, los abuelitos, "Mis ancianitos", parodiando a nuestros gobernantes amorosos, preocupados no por la gente de la tercera edad - o por los pobres - ¿sino por los votos?
Los viejos, sin cometer anomalías delictivas, ¿PRESOS?
Todo con gran preocupación por la salud de los "adorados padres".
Yo pregunto: ¿Será que los presos reales, son un pozo de salud mental? ¿No sufren anomalías de sus emociones, de su instintualidad, de sus facultades mentales, todas estas incrementadas por el aislamiento? ¿Será que se deprimen, se irritan más fácilmente, su respuesta agresiva es más frecuente, más rápida y/o más violenta?
No creo que aumente su inteligencia, su bondad, que rejuvenezca todo esto gracias al encierro, al cambio de todo su entorno, y por ende de sus relaciones interpersonales.
El aislamiento preventivo obligatorio puede mejorar la habilidad del niño o del viejo, para satisfacer sus necesidades fisiológicas o las de seguridad, ¿es posible?
Importante pensar si lo que se está haciendo y, con tanto cambio debido a ordenes distintas, ¿es lo mejor? ¡será que permite la aparición de la torpeza y porque no, el agravamiento de la ya gravísima situación mundial?
PEDRO PABLO LATORRE ATUESTA
Médico Psicoterapeuta
MAURICIO LATORRE CUCALON
Médico Oftalmólogo