Desde hace un año Ramón Elías Vargas, montador insignia del caballo criollo colombiano, tiene las manos amarradas. Está castigado. Tiene prohibido sacar cualquier caballo a competencia por una acción que alega no cometió. Era la Feria de las Flores en Medellín, Vargas salió en la yegua Profecía de San Juan. Sonó tan bien en la pista de madera y su andar fue tan correcto que la sacó como mejor yegua en proceso. La regla dice que los ejemplares ganadores de inmediato deben ser sangrados para comprobar que no están dopados y la muestra debe ser enviada a un laboratorio en Bogotá para su evaluación. Días más tarde la Federación Colombiana de Asociaciones Equinas (Fedequinas) notificó que la yegua había salido positiva en dopaje al encontrarle trazas de Teofilina en un nivel de 65,3 nanogramos. Como penalización, por ser la primera vez, Profecía no podría ver la pista en 90 días además del pago de un salario mínimo mensual, sanción que se hacía extensiva al montador y al propietario del equino.
El reglamento da un plazo de cinco días para apelar la decisión y enviar una contra muestra o aceptar los cargos y obtener la rebaja de la mitad del tiempo de sanción (45 días). Montador y propietario estaban decididos a hacerlo hasta que se percataron que la contra muestra era analizada por Laboratorios Quasfar de Bogotá, el mismo que había declarado el dopaje. Ramón Elías Vargas quien vive desde hace 30 años de montar y exhibir los mejores caballos de Colombia, con un record de nueve ejemplares declarados 'Fuera de Concurso' optó por allanarse a los cargos a sabiendas de que se trataba de un diagnóstico injusto pero tenía por delante distintos compromisos como la Feria Nacional de Girardot.
Días después Escándalo de la suerte fue el caballo montado por Ramón Elías que se robó los aplausos en la Nacional de Girardot. Se llevó la cinta de mejor potro en Proceso. Pero se repitió la historia. Fedequinas notificó el análisis de la sangre positivo en doping con un nivel 55,7 nanogramos de teofilina. Su dueño era Howard Llano pero por tratarse del mismo montador la penalización se extendía a 180 días sin poder competir. Esta vez Ramón Elías se rehusó aceptar los cargos. Un hecho que se convirtió en un lugar común para decenas de celebres montadores.
En vísperas de la Feria de las Flores, el evento mayor de Medellin, Ramón Elías recibió una llamada de la secretaria de Fedequinas que le advertía la deuda pendiente por la multa del doping. Su cancelación lo habilitaba para competir pero no resultó cierto. Una vez pagado el dinero le dijeron que le faltaba tiempo de sanción por cumplir.
El poder de Alirio Galvis, presidente de Fedequinas, nuevamente se hacía sentir. En los dos años que lleva en el cargo Galvis, de profesión publicista, se ha vuelto una herradura incomoda entre los caballistas, especialmente por el manejo que le da a las pruebas de doping. En un solo mes salieron 26 caballos con doping positivo por teofilina. Por añadidura salieron sancionados los mejores montadores del país, chalanes de la talla de Alex Cano, Jorge Giraldo, Jaime Marrugo, Fernando Agudelo, Mario Cano, Édgar Campo, y criaderos de prestigio como La Ilusión, San Marcos y Villa María aparecían en la lista.
El problema no es de poca monta si se tiene en cuenta que en Colombia están registrados 228.000 caballos; existen 25 asociaciones, más de 300 criaderos profesionales y por lo menos unos 30 mil propietarios que generan más de un millón de empleos indirectos por los caballos.
Las reglas empezaron a cambiar en el año 2009 cuando se introdujo la teofilina, de la familia de la cafeína como estimulante de doping. Criadores como Guillermo Kling destacan que: “Hasta el año 2009 no se tenía en cuenta la teofilina como estimulante que dopa a los caballos para mejorar su andar. Lo metieron en el reglamento. ¡Pero qué casualidad que solo hasta el año 2013 cuando hubo cambio de presidencia en Fedequinas se comenzaron a dar cuenta que había caballos dopados! Es decir: ¿En cuatro años no encontraron ni un solo caballo dopado con teofilina?”, se pregunta Kling.
Según Alirio Galvis la respuesta está en que: “Criadores, montadores y expositores sabían de las sustancias que medíamos y estaban advertidos. El uso de la teofilina se descubrió como resultado de una investigación en pesebreras y criaderos en donde técnicos de Fedequinas se presentaron camuflados para ver cuál era el producto con el que dopaban a los caballos. Al identificarlos le pedimos al laboratorio que rastreara en las pruebas esta sustancia”, explica Galvis.
Los detractores de Fedequinas también cuestionan la solvencia de Quasfar. Se trata de una empresa cuyo objeto es el de control de calidad en muestras farmacéuticas y no en pruebas antidoping y no está avalado por la FEI (Federación Ecuestre Internacional) ni por la USEF (The United States Equestrian Federation).
Cada prueba le cuesta $200.00 a Fedequinas pero el laboratorio cobra por las apelaciones y las contrapruebas más del doble con lo cual desestimulan a los caballistas sancionados a reclamar. Fedequinas es una empresa sólida que reportó ganancias el año pasado por $1.283.000.000 millones.
El reconocido criador Fernando Uribe, aterrado con la situación de tanta multa de doping por teofilina en cada feria, realizó un minucioso ejercicio para develar dónde estaba el problema. Con su veterinario de confianza decidieron dejar un par de caballos durante toda una semana solo con el consumo de concentrado; es decir, sin darles heno y alfalfa. Realizaron las pruebas con un laboratorio y los caballos salieron negativos a doping. A la semana siguiente decidieron darles durante ocho días alfalfa, los sangraron, realizaron el examen y dieron positivo a Teofilina. Esto fue consultado con investigadores del ICA quienes tienen una hipótesis: que las alfalfas en Colombia pueden estar contaminadas con altas concentraciones de cacao y cafeína por la tierra donde las producen; de hecho, la alfalfa no necesita registro Invima.
El propio Aurelio Iragorrí, ministro de Agricultura, envió una comunicación de carácter urgente a Fedequinas para que realizara en conjunto con los profesionales del ICA un estudio a fondo sobre el tema. El estudio ya está aprobado pero los caballistas alegan que ha pasado casi un año y no se ha hecho nada. Ante esto Alirio Galvis asegura que el estudio ya está en curso pero que: “Es un proceso dispendioso porque primero se debe hacer la elaboración de un protocolo. El estudio se ha propuesto en dos etapas: la primera es escoger un laboratorio idóneo. Está entre Quasfar, el laboratorio de la UIS de Bucaramanga, el laboratorio Proquifar de Bogotá o el Laboratorio Lead de Medellín. Así mismo validar las técnicas que se van a utilizar”, replica Galvis. No obstante, hasta ahora no se conoce nada del estudio.
Un grave caso de desfalco con las multas de doping se destapó hace poco dentro de Fedequinas. Pero no fueron los contadores, ni el revisor fiscal, ni el propio presidente ejecutivo quienes se dieron cuenta del robo sistemático que no se ha determnado por cuánto tiempo se dio. Todo se reveló el año pasado cuando a un caballista que penalizaron por doping le llegó una comunicación donde le daban un número de cuenta para consignar el valor de la multa. Su sorpresa radicó en que la cuenta no estaba a nombre de Fedequinas sino de una persona natural, la señora Ángela Ríos, secretaria de la Federación. El desfalco fue puesto en conocimiento de los directivos de Fedequinas quienes informaron que la secretaria no facturó más de 20 millones de pesos. Una fuente le aseguró lo siguiente a las2orillas: “Galvis no denunció a esta mujer, sino que la despidieron e hicieron una conciliación para que supuestamente ella devolviera el dinero que se robaron. Le debían un millón de pesos de prestaciones y ese fue el primer abono y el último porque apuesto a que no volverá a hacer más. El revisor fiscal renunció por esto, pero Galvis le pidió que no se fuera ¿Quién sabe qué tanto sabe la niña que desviaba la plata y el revisor fiscal?, Curiosamente Galvis tan solo mucho tiempo después anunció la renuncia del revisor fiscal”, dice la fuente.
Ante este hecho, Alirio Galvis asegura que la mujer fue denunciada penalmente en la Fiscalía, quienes supuestamente llevan el caso de desfalco. Este medio no obtuvo información en la Fiscalía sobre investigaciones contra Ángela Ríos. Así mismo, Galvis da cuenta que Fedequinas contrató a la firma Price Water House Coopers para realizar una exhaustiva auditoría que demuestre que en la Federación todo se está manejando correctamente. Al contrario de lo dicho por Galvis, los asociados dicen que fue la junta quien solicitó la auditoría para ver qué está pasando en esta administración.
Paradójicamente Alirio Galvis y Ramón Alías Vargas coinciden en una situación: los dos afirman que de los caballos viven miles de familias. “Solo en mi finca hay tres o cuatro familias que dependen de mi criadero”, dice Galvis. Mientras que Vargas con voz magullada dice: “De mi trabajo como montador dependen siete personas y seis trabajadores de la finca, a eso súmele los propietarios de los caballos que entreno”. Sin embargo, las sanciones por doping están dejando sin trabajo por varios meses a los criadores, expositores y chalanes que por alguna razón les encuentran irrisorias trazas de teofilina en sus costosos caballos, animales que cuidan más que a sus propias vidas.
Por: @PachoEscobar