La construcción de la Central de efectivo del Banco de la República donde se fabrican los billetes que circulan en el país se demoró cinco años. La idea de hacer este gigante complejo industrial empezó a materializarse a comienzos de los años 80, cuando en 1984, en el gobierno de Belisario Betancur, el banco compró por $300 millones de la época –más de $22 mil millones al día de hoy– el lote de 62.000 m2 en el que se levantó la imprenta, que abrió las puertas en 2005 en la Carrera 68, al lado sur de la Calle 26, en el barrio Ciudad Salitre.
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La Central de efectivo es uno de los edificios más seguros y más custodiados del país. Está repleto de cámaras de seguridad y puertas blindadas con acceso electrónico. Allí no solamente hacen todos los billetes que circulan, sino que también está la bóveda donde los almacenan, donde caben mil millones de billetes, guardados en miles de cajas.
Además, en la Central funcionan las oficinas de la Tesorería, departamento que da la orden de hacer y distribuir tanto los billetes nuevos como los que llegan a través de las operaciones de los bancos que almacenan allí la mayor parte de su efectivo.
Los billetes se hacen con papel moneda y tientas especiales que los proveedores fabrican exclusivamente para el Banco de la República.
Todos los días las gigantes y modernas impresoras están en funcionamiento. La puesta en circulación del nuevo dinero, que se llama emisión, se hace de acuerdo a las operaciones comerciales y financieras del país, y se hace bajo la orden del Banco de la República.
La fabricación de billetes se hace con papel de seguridad y tintas que los proveedores hacen especialmente para el Banco de la República, materia prima que tarda casi un año en estar lista para entregarse al banco, luego de hacer el pedido.
Hacer un billete tarda en promedio tres meses. Son cuatro diferentes procesos de impresión: en el primero ponen el color del fondo del billete sobre una hoja grande de papel de seguridad, luego imprimen los dibujos y el rostro del personaje que lleva cada billete, luego otra máquina le imprime los números de serie que lo identifica y uno más que le imprime una capa de barniz para que duré más. Después de las impresiones, entre las que hay varios procesos de revisión manual y digital, se llega al secado, luego al corte y por último al almacenamiento en la bóveda hasta que se dé la orden de su emisión.
Anualmente se hacen en promedio mil milones de billetes, principalmente de las denominaciones de 50 mil y 2 mil.
La orden de elaboración de billetes se hace en el último trimestre de cada año. En los meses de septiembre y octubre el departamento de Tesorería emite la orden de fabricación de billetes para el siguiente año. Anualmente la Central de efectivo hace en promedio mil millones de billetes de todas las denominaciones, siendo los de $50.000 y de $2.000 los que más se hacen.
En 2022, uno de los más recientes años en que menos billetes se imprimieron, 865 millones, se hicieron 264 millones de 50 mil y 251 millones de 2 mil. La suma de todos los billetes nuevos que se pusieron a circular el año pasado tiene un valor de 31 billones de pesos, dinero que se mueve en las transacciones del país y llegan a las manos de los colombianos, principalmente a través de los bancos y sus cajeros electrónicos.
