Hoy, 02 de febrero, se celebra en la ciudad de Riohacha la fiesta en honor a la Virgen de los Remedios.
Esta fiesta que debería ser exclusivamente religiosa y en la cual, en mi visión de católico prácticamente, solo se le deben rendir honores a nuestra madre la Virgen María, hoy día y desde ya hace tiempo, se ha convertido en excusa infaltable para que la clase política y los lagartos de turno aprovechen para acicalarse, tomarse foto, farandulear y bañarse con el agua que debía ser bendita y que ahora se contamina por la visita de la plaga que ahora representa la clase política colombiana.
Lástima que nuestras autoridades religiosas se hayan dejado desplazar por esta romería indeseable y que esta, otrora hermosa fiesta, se haya oscurecido de tal forma.
Ahora ya la procesión no gira en torno a la Vieja Mello, no, eso era antes; ahora la procesión gira en torno a Santos, Uribe, Vargas Lleras o frente a cualquiera que demuestre más poder y mayor número de escoltas.
Ya las fotos no son con la imagen de la Virgen del obispo y del sacerdote, no, ya no, hoy las fotos serán con Petro, Fajardo, De la Calle, Duque o cualquiera que puntee en las encuestas. Me imagino la cantidad de fotos que hoy inundarán las redes con estos personajes y las pocas que se montarán con nuestros, eso sí, verdaderos santos.
Antes todos se alistaban a estrenar la mejor percha para lucir ante la magna obra de Dios. Ahora no, ahora la percha se prepara para las parrandas vallenatas que se organizan en las casas de campo en las afueras de Riohacha, y en la cual los políticos compiten para ver quien recoge mayor romería de lambones.
Hoy no lloverán bendiciones, hoy lloverán las mentiras y mentiras que acostumbran a decir quienes están en campaña política y quienes compiten por apropiarse del erario público.
Hoy la estrella no será Jesús, hoy la estrella será Thomas Parr, ese anciano que aparece en la botella mágica que adornará todas las mesas y parrandas ya referidas y que voltearán a más de uno después de ingerir cuál sediento el mayor número de María Namen.
La Virgen María, aquella santa mujer, que Dios eligió entre miles y miles de mujeres para ser nada más y nada menos que la madre de su hijo Jesús, era una mujer humilde, ajena al lujo y la ostentación. Creo que ella poco le debe agradar tanta ostentación, hipocresía y mentira que abunda en la supuesta fiesta en su honor.
En fin, creo que no equivocarme en mis apreciaciones, pero si me equivoqué, pido excusas, de todas formas equivocarse es propio de los hombres y es sabio reconocerlo, lo que si no es sabio es seguir dejándose utilizar por quienes oscurecen nuestra fe.
Que Dios me los bendiga hermanos y que la Virgen de los Remedios los cubra con su manto sagrado.
