Decidí unirme al club de la plebitusa cuando el 50.24% de los votantes dijeron no al acuerdo y no a la inclusión del tema de género en el plebiscito por la paz de Colombia en 2016. Para comenzar, todas las entidades del gobierno colombiano desde hace más de diez años han incluido el tema, en mayor o menor medida, dentro de su labor institucional: resoluciones internas, normas, publicaciones y estructura organizacional.
De hecho, lo invito a revisar la diversidad de grupos, asesores y áreas encargadas del enfoque de género en el sector de la salud, la educación, vivienda, la comunicación y obviamente en todas las entidades con labores misionales para la superación del conflicto armado.
Incluso cuando no se llamaba conflicto armado, durante el gobierno de Álvaro Uribe, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación tenía su área de género y poblaciones específicas. También el sector empresarial ha promovido la implementación de la política pública de equidad de género y ni hablar de la producción académica mundial. Sin embargo, cuando el exprocurador Alejandro Ordóñez nos dijo que “la paz está siendo utilizada como excusa para imponer la tal ideología de género y acabar con los valores de la familia" y cuando se difundió el mensaje sobre la niñez colombiana en riesgo de ser atacada por un "rayo homosexualizador", parecía imposible que estos mensajes tuvieran algún eco pero lo tuvieron. El nuevo acuerdo cambió su contenido y eliminó las referencias al género y a la orientación sexual diversa.
Actualmente, el gobierno nacional ha creado una Alta Instancia de Género para velar por el cumplimiento de los derechos de las mujeres en el acuerdo de paz. Lamentablemente, los derechos de la personas con orientación sexual diversa no se pueden quedar por fuera de las acciones del posacuerdo. Basta con leer los numerosos informes del Centro de Memoria Histórica sobre graves violaciones a los derechos humanos contra personas LGBT en el marco del conflicto armado para terminar de entender la importancia de la reivindicación del enfoque de género y ahora, con una perspectiva interseccional.