Después de escuchar el más reciente sencillo de Juanes, La Plata, siente uno ese saborcito de Colombia que el paisa siempre le ha puesto a sus canciones. Este nuevo sencillo es simplemente delicioso.
Sin embargo, como es normal en Colombia, ya salieron los puristas, sabelotodos, musicólogos de profesión y criticadores empedernidos a envenenar la presentación de este sencillo porque según ellos "un paisa no puede hacer vallenato”. Para estos "expertos" un vallenato con Juanes es como una mazamorra con pastel.
Sin embargo, lo único que queda claro es que algunos colombianos seguimos pensando que el mundo son las cuatro calles que nos rodean, parece que no nos hemos dado cuenta de que los artistas ya no hacen música para su país, si es que alguna vez lo hicieron, no lo creo.
No me imagino dónde estarían Juanes y Shakira si dependieran del público colombiano para despegar sus carreras. Somos un público envidioso y criticón, nos gusta darles duro a los artistas propios, pero una vez son estrellas internacionales pagamos entradas millonarias para verlos y ahí sí somos "fans", así somos.
La sociedad de hoy no tiene fronteras, y un paisa, un costeño, un pastuso o un caleño en el exterior son simplemente colombianos. Ya es hora de aprender que afuera no hay gentilicios y tampoco los hay en la música. Todavía no he leído el primer titular que hable de Shakira como la costeña más famosa del mundo. Colombia en el exterior somos todos.
Y deberíamos estar felices de que este sencillo de Juanes esté logrando comentarios maravillosos en el mundo, el que más me gustó y es el ejemplo de este texto: "The colombian superstar fuses traditional rhythms with urban trap, collaborating with the young Lalo Ebratt". ¿Lo ven? "The colombian superstar", la súper estrella colombiana. Se atreven incluso a decir que mezcla ritmos tradicionales, pues eso es lo que hacen los artistas, mezclar, crear o adaptarse a los nuevos ritmos no como dicen los criticones porque la música esté en crisis, es porque eso es ser artista.
Solo hay dos cosas por reconocer: la primera, que hay criticones muy montañeros al pensar que uno de nuestros artistas más grandes, no puede atreverse a probar con el género que le dé la gana. Segundo, que a los musicólogos como a mí se nos pasó la edad y no nos gusta el reguetón, pero porque estemos viejos no quiere decir que la música está en crisis, al contrario, está en su mejor momento, simplemente no es lo que nosotros escuchamos.