El profesor y consultor Rafael Echeverri Perico formó parte del equipo de la ministra Cecilia López y vino desde España, en donde es profesor en la Universidad de Córdoba, a apoyar la propuesta del gobierno de Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda que ha tenido Colombia.
Su paso por el Gobierno fue tan efímero como el de la ministra López, quien salió a los nueve meses, en el segundo cambio de gabinete que ha hecho el presidente Petro y después de romper la coalición de Gobierno.
Rafael Echeverri ha continuado cumpliendo sus responsabilidades como consultor internacional y su mirada tiene amplio espectro de lo que ha sido el experimento en el primer año de Petro, un gobernante que logró “poner a Colombia en modo cambio” como explica en esta conversación con Juan Manuel Ospina.
JUAN MANUEL OSPINA: Rafael Echeverri Perico estudió en la ESAP, su pasión ha sido la demografía y eso lo ha llevado al desarrollo rural. En este momento es profesor visitante de la Universidad de Córdoba en España y está haciendo algunas investigaciones. Su experiencia como consultor internacional es amplísima y por eso también su mirada es de amplio espectro que incluye una perspectiva histórica que seguramente ayudará en esta conversación a observar con serenidad este año movido y complicado que ha vivido Colombia.
RAFAEL ECHEVERRI: Muchas gracias por la invitación. Para responder la pregunta de para dónde va el país, siempre trato de enfatizar que estamos en la mitad de la historia. Lo que está pasando en Colombia hay que leerlo como un fenómeno global y latinoamericano. Esto se nos olvida por la inmediatez de lo que está pasando, pero formamos parte de una situación global que evidencia grandes fracturas en el modelo económico y en esto, a América Latina es a la que peor le va.
Todos los indicadores, no sólo dicen que no llegaremos a la meta del 2030, sino que vamos para atrás. Tenemos un retroceso en los principales aspectos porque hay megatendencias que influyen: está el tema del cambio climático que se impuso como una de las grandes prioridades del mundo y la crisis de un modelo económico, unido a una crisis climática, se convierte en un gran desafío a nivel global.
J. M. O.: Me da la impresión de que más allá del modelo económico es una crisis de la civilización occidental, es como la caída del Imperio Romano. Está cambiando todo esto y no lo dimensionamos. Lo económico es muy importante, pero ni qué decir de la catástrofe climática, basta ver el verano salvaje.
R. E.: Ahora que hablas de los grandes cambios de la historia, una gran diferencia con el feudalismo y otros cambios es que esto, por la tecnología, es mucho más rápido, la velocidad es absoluta, estamos obligados a pensar a largo plazo. En este tema del cambio de modelos políticos subyace una pregunta: ¿Y el Estado qué?
Durante las últimas cuatro décadas, hablamos del fin de la historia después del final de la URSS. Nadie puede negar los beneficios que trajo el capitalismo, pero esto tuvo un costo, un costo que pagarán las generaciones futuras. Ahí se construye un Estado, el Estado neoliberal y hay que construir un nuevo Estado. ¿Cuál es el nuevo Estado?... Y corren populismos de derecha, incluso fascistas, que son las expresiones políticas de la desesperación.
En ese sentido emergen propuestas y Colombia viene liderando una propuesta sobre lo fundamental. Mira que más que de Petro, hablamos de un modelo histórico del país. Una de las cosas interesantes del Presidente es que no trae temas propios, sino temas globales: medio ambiente, crisis del capitalismo, que no es el tema de él, sino que es un tema de Europa. Comparo a este gobierno con el alemán: socialdemocracia con medio ambiente. Los presidentes son los protagonistas de un libreto histórico que trae la sociedad. Uno escucha el discurso del Presidente y no se puede retraer de un discurso global, actual a la crisis que se está viviendo.
El cambio es una necesidad, lo leíamos desde la década pasada. El sistema no logra levantarse de esa crisis. Acá se ideó una lectura. Es importante traer esos temas que no son sólo el climático. En esta economía capitalista del Fin de la Historia se plantearon temas como la seguridad alimentaria que depende de que haya alimentos suficientes y que la población pueda adquirirlos. El otro modelo te garantiza la intervención del Estado para garantizar alimentos a la gente.
Acá lo tuvimos en los años 60. Brasil y México tienen tiendas para garantizar el derecho a la alimentación, no como una necesidad de mercado. Yo tengo un Estado que es funcional con lo planteado en el Fin de la Historia, pero hace crisis y se inventan el Estado neoliberal.
Tiene retornos donde el Estado se convierte en protagonista, Petro ha hablado del capitalismo social, en Europa está sobre la mesa y la misma derecha habla de eso. Detrás del capitalismo está la iniciativa privada que tiene un gran aporte, pero no tiene la equidad dentro. El ejemplo es la productividad que está estancada y bajísima, cada vez nos alejamos más de los países desarrollados.
¿Cuánto produzco y con cuántos recursos? La verdadera productividad en el modelo de hoy debe generar riqueza y distribuirla justamente y con sostenibilidad ambiental. Nada produce más que lo ilícito. Nos interesa aquello que genere beneficio social. El mercado no es capitalista, el mercado está desde las cuevas, desde los fenicios. Todo ha sido gracias a la publicidad y tanto que la despreciamos, todo es publicidad. La radio y la televisión se desarrollaron por la publicidad. El momento de Colombia debe medirse ante grandes procesos.
J. M. O: Sigo pensando en Petro. Yo creo que aparece algo que tiende a ser una crítica a él y es que es muy bueno para el discurso, pero cero ejecución. ¿Te ha tocado con alguna cercanía ver este primer año, estás viendo que esos planteamientos se empiezan a volver realidad o se vuelve sólo como una bonita idea?
R. E.: Nos pasa a los colombianos. Son los afanes extraños. Es que uno mira un año de lo macro que estamos hablando. Es que los romanos duraron una transición de cuatrocientos años. El cambio que se requiere necesita una transición, el cambio es llegar a construir las posibilidades para darles soluciones a estos problemas, pero necesitamos un tránsito, es que el modelo neoliberal transforma el Estado, un Estado pequeño con poca intervención económica.
Colombia hizo la tarea neoliberal más radical de América Latina, el sector agropecuario destruyó todo, nosotros redujimos el Estado y creamos un Estado incapaz de intervenir. Hay que construir un aparataje de un Estado postneoliberal, hay que cambiar la tendencia de los factores que determinan la desigualdad, la violencia. Hay que hacerlo y eso que Petro tiene toda la gente en contra. Estos cambios no son fáciles, sueño con que haya la persistencia. El cambio se requiere para consolidar esta democracia fuerte, hay que fortalecer esa democracia.
Hay que transformar al Estado, pero ¿hacia dónde? ¿Volvemos a la era de Lleras Restrepo? En ese momento no era él, estaba Frey en Chile. Crear un Estado capitalista para demostrar que se diferenciaba a lo que estaba pasando con el modelo castrista. Hay que crear otro tipo de Estado como lo plantea Mazzucato que el Estado debe crear nuevas economías como la bioeconomía. Hay que crearla. El Estado mismo debe crear las condiciones para que haya uso racional y sostenible. El Estado debe intervenir para generar nuevas condiciones.
Hay que crear nuevas oportunidades. En Río 2020, el PNUD sacó un documento de economía verde que planteaba nueve sectores que pueden darnos sostenibilidad, cambiar la curva. De esos nueve, seis son rurales. Son nuevas economías que no demanda el productor de fríjol, sino el Estado. Hay que crear un nuevo Estado.
J. M. O.: Me parece que el papel de Petro es abrir nuevas posibilidades, mirar para otro lado, romper la inercia. Nos queda la gran pregunta: ¿Va a trascender el discurso? ¿Se va a quedar en promesas?
R. E.: Es que hay que cambiar el Estado para ejecutar. Cambios de esta naturaleza no son inmediatos. Hay una virtud y tiendo a verlo en todos los países: tratar de deslindarlo del personaje y ver que son procesos históricos, pero hemos dado un paso grande en poner el tema sobre la mesa. El Presidente sorprende a la gente, traer estos temas no es fácil. Construir es un proceso y ese es el proceso de la transición, en la España posfranco se vivió. Esto significó que un país, en tres décadas, se convirtió en la España que es hoy.
Aquí la conversación completa:
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