Proclama Cauca y Valle se trasladó hasta la vía que, de El Tambo comunica a Huisitó, más exactamente en el sector conocido como La Balastrera, donde desde hace mucho tiempo se vienen presentando constantes deslizamientos en masa, tapando en su totalidad esta importante vía departamental y evitando el paso de habitantes, visitantes y comerciantes.
Comunidades de los corregimientos Huisitó, Los Andes, San Juan y Playa Rica dicen que anteriormente han pactado acuerdos con el gobierno departamental, sin embargo, las palabras han desaparecido por la neblina que constantemente cobija este sector de la vía.
En ese sentido, los cuatro corregimientos y 62 veredas de la zona piden al gobierno nacional y departamental inversión social y soluciones efectivas, pues se sienten abandonados, sobre todo por parte del “gobierno del cambio”.
“Queremos hacerle un llamado al gobierno nacional, que tanto habla de la inversión al Cañón del Micay, pues las comunidades también exigimos que haya presencia integral del Estado, que haya inversión social en nuestro territorio, que, por lo menos, tengamos acceso a una vía para comunicarnos”, indicó Duverney Galvis Plaza, presidente de la Asociación Campesina ASOCAMBI, Huisitó.
Así mismo, manifiesta que el llamado también es para el gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, para que haga presencia en la zona. Es de mencionar que esta situación es algo que viene desde hace muchos años, pero en las épocas de invierno empeora, arriesgando la vida de las personas al transitar por esta caótica vía.
Para poder destapar un poco la vía, la comunidad debe pagar maquinaria con fondos de rifas y la colaboración de esta misma; tenderos, comerciantes, etc.“Cada vez que hay un derrumbe toca recolectar entre las mismas comunidades para pagar maquinaria. En varias ocasiones líderes de los cuatro corregimientos; Playa Rica, Huisitó, San Juan y Los Andes hemos ido a solicitar ayuda y no hay una respuesta contundente”, explicó Leonardo Molina, líder comunitario del casco urbano de Huisitó.
Por su parte, Duverney comenta que desde el 7 de febrero se ha hecho una solicitud a la Subsecretaría de Planeación departamental, pero no han tenido una respuesta efectiva, por lo cual no se sabe cuánto tiempo más deba pasar o cuántas personas necesitan perder la vida para que el gobierno ponga verdadera atención a este llamado.
Las motocicletas son los únicos vehículos que con mucha dificultad pueden atravesar la colapsada vía, las madres con sus bebés en brazos, adultos mayores y niños se arriesgan a pasar por aproximadamente estos 200 metros llenos de lodo y rocas de todos los tamaños.
Según declaraciones de habitantes, relataron que el pasado miércoles, en horas de la mañana, la ambulancia de Huisitó traía un paciente al cual les tocó pasar cargado y junto al enfermero que lo llevaba casi pierden la vida, ya que en ese momento se presentó un nuevo deslizamiento, afortunadamente personas que se encontraban en el lugar, ayudaron a socorrer.
De igual manera, sucedió la semana pasada, el caso de una profesora de la escuela de Huisitó, quien a la hora de hacer el trasbordo quedó enterrada y el conductor del vehículo de servicio público reaccionó rápidamente para evitar que fuera golpeada por las sorpresivas piedras.
“Hace 12 años se escuchó el último escándalo del estudio de la famosa vía al mar, 15.000 millones de pesos, tres o cuatro gobernadores anteriores tuvieron ese dilema y en este momento el mismo presidente Petro habla y prioriza la vía al mar, pero nunca hemos visto ni el primer consorcio, ni la primera contratación, ni ningún peso”, señaló Duverney.
De esta manera, el mensaje que todos los líderes y habitantes del Cañón del Micay hacen al gobierno nacional y departamental, es que se haga la inversión, que se haga la tarea completa. Esta vía departamental tiene 33 kilómetros, que le corresponden al departamento como tal, sin embargo, líderes de las comunidades manifiestan que, en cerca de 6 años no ha existido ninguna inversión.“¡Aquí necesitamos inversión social del Estado!”
