La semana pasada recibí con entusiasmo la noticia de que La W iba a organizar un foro llamado Las redes sociales nos cambiaron la vida, el cual sería conducido por Vicky Dávila. Como se sabe, las redes sociales son hoy en el mundo un tema fundamental para la democracia, la educación, la cultura, los derechos humanos, los medios de comunicación, el periodismo, el emprendimiento y el entretenimiento. Por eso me alegró saber que un medio de comunicación tan importante tuviera dicha iniciativa. No obstante, como me suele suceder con los grandes medios privados de Colombia, mi entusiasmo duró solo algunos segundos porque cuando me enteré de quiénes eran los invitados —Carolina Cruz, Juan Pablo Jaramillo, Maleja Restrepo, Tatán Mejía y Daniel Samper Ospina—, me llené de escepticismo. A partir de ese momento, ya no esperé nada bueno del evento. Como supuse, al ir escuchando la intervención de los invitados y de la periodista, mis presentimientos se fueron haciendo realidad. Empero, lo que escuché fue tan malo que superó con creces todas mis expectativas.
Para fundamentar en parte mi crítica, cito unas palabras de un mexicano que en los años 90 y 2000 se dedicó a estudiar los medios de comunicación en México y el mundo en el marco de la globalización y el neoliberalismo:
[…] en ese proceso de descomposición mundial, lo que llamamos la “Cuarta Guerra Mundial”, el neoliberalismo, el proceso de globalización económica, trata de eliminar a la mayor parte de la gente que no es productiva, a los grupos llamados “minoritarios”, que a la hora de hacer las sumas y las restas, resulta que son la mayoría de la población del mundo. Y nos encontramos con un sistema mundial, ahora sí, de globalización, que está dispuesto a sacrificar a millones de seres humanos. En este sentido los grandes medios de comunicación, los grandes monstruos de la industria de la televisión, de la comunicación satelital, de la prensa de magazine y de la prensa de periódicos, de newspapers, parece empeñada, en buena parte, en tratar de presentar un mundo virtual creado a imagen y semejanza de lo que el proceso de globalización quiere. En ese sentido, el mundo de la noticia moderna solo es el mundo de lo que le acontece a la gente importante, a los VIP’s, a los very important people. Su cotidianidad sí importa. Si se casan, si se divorcian, si se visten, si se desvisten. De las grandes estrellas de cine, de los grandes políticos. Pero el común de la gente solo aparece en los medios de comunicación en el momento en que mata o en el que es muerto. Para los grandes medios de comunicación, para el poder neoliberal en el mundo, los otros, los excluidos, solo existen cuando están muertos o cuando están en la cárcel o cuando son perseguidos.
Voy a intentar demostrar por qué, a pesar de que a principios de la década del 2000 las redes sociales eran casi inexistentes en Colombia y en América Latina, estas palabras se aplican perfectamente al Foro W Las redes sociales nos cambiaron la vida del 27 de octubre de 2017, conducido por Vicky Dávila.
Antes de explicar por qué el foro me pareció vacuo, quiero citar unos cuantos aspectos positivos de este, ya que, afortunadamente, un par de cosas son rescatables. Para comenzar, me parece muy importante que hoy un gran medio de comunicación le siga abriendo los micrófonos a la farándula criolla (y no es ironía). Una parte del jet set colombiano está ganando mucho dinero gracias a las redes sociales y sobre todo a los usuarios de internet. Lo más curioso de todo esto es que nosotros, los clientes (¿borregos?), estamos haciendo ricos no solo a los miembros de farándula criolla (Carolina Cruz, Maleja Restrepo, Daniel Samper Ospina) que se lanzaron al negocio de las redes, sino también a ciudadanos comunes y corrientes (Juan Pablo Jaramillo, Tatán Mejía), a los que hemos vuelto estrellas.
No es malo que la gente gane dinero y se haga célebre. Sin embargo, dado que en internet nada es gratis y que estas personas se están convirtiendo en “influenciadores” sin pasar por los medios tradicionales (radio, televisión, revistas y periódicos) ni por ningún tipo de filtro moral, ético o educacional, es muy importante que estos personajes revelen abiertamente sus estrategias de marketing, sus proyectos y sus agendas. Así pues, si están afectando a los medios de comunicación y nos están influenciando a nosotros, a nuestros hijos, a nuestros estudiantes y a los políticos, es fundamental saber cómo lo están logrando y a qué precio, sobre todo cuando nosotros mismos somos el eje alrededor del cual gira su sistema. Y si no lo hacen o lo hacen a medias, es nuestro deber, el de la Escuela (colegios y universidades, educación formal e informal) y el de los medios independientes, buscar, analizar, enseñar y difundir tal información, puesto que esta es imprescindible a todo ciudadano que quiera entender cómo estos nuevos gurús de la era digital se sirven de las redes sociales para ganar poder y dinero (porque de eso se trata) en la sociedad de hoy.
Otro aspecto no tan negativo (no alcanza a ser positivo) de este foro fue la intervención de Daniel Samper Ospina, quien intervino un poco menos que los demás y lo hizo para aportar dos o tres cosas interesantes que, aunque no son nuevas, daban otro aire al foro.
Como lo mencioné anteriormente, el entusiasmo me duró muy poco cuando me enteré de quiénes eran los foristas. No entiendo cómo se organiza un evento de tal importancia y no se invita a alguien que aporte un poco de materia gris; alguien que ilustre, que dé cifras y datos fiables, certeros, consultables y comprobables; alguien que aporte contexto, fondo y altura; alguien que contradiga, que cuestione, que dude. Así como sería inimaginable e inaudito organizar un foro de este tipo sin actores de las redes sociales, también me parece sorprendente que solamente se convoque a personajes de la farándula para que hablen (bien, obviamente) de ellos. Como era de esperarse, estos se pasaron la mayor parte del tiempo diciendo banalidades y exponiendo un repertorio de lugares comunes que al ciudadano medianamente crítico lo tienen sin cuidado.
¿Dónde está el espíritu crítico de Vicky Dávila y la labor social de La W? Me parece que en Colombia hay pensadores y académicos (sociólogos, expertos en ciencias de la educación, psicólogos, comunicadores, filósofos, trabajadores sociales y hasta abogados y economistas) que hubiesen podido aportar mucho al foro, ya que ellos han estudiado desde afuera el fenómeno de las redes sociales y de la influencia que estas están teniendo en la política, en la economía, en la educación, en el consumo cultural de la población, especialmente de los niños y jóvenes, etc. Y si estos no existiesen en Colombia, se habría podido invitar a algún experto extranjero, aunque fuera por teléfono o videoconferencia. Precisamente la tecnología de hoy permite ese tipo de posibilidades. De hecho, la misma W lo hace a diario, cuando periodistas ubicados en seis o siete capitales del mundo participan en el programa conducido por Julio Sánchez. Así que no se trató de un tema de recursos sino de mediocridad periodística, de ignorancia, de falta de sentido común y de compromiso ciudadano.
Paso ahora a citar algunas nimiedades expresadas por los foristas:
Vicky Dávila: "Daniel, ¿cómo es que saluda en su canal?", "¡Pero salude!"
Daniel Samper Ospina: “¡Hola, soy Danny! Tu Youtuber de 40 (o de 43)”
Carolina Cruz (hablando de una mujer que publicó un comentario negativo en una de sus redes sociales): A mí que me critique Paulina Vega. ¿Ella (la mujer que la criticó) no tiene nadie que le diga que es hedionda? (Risas del panel y del público).
Vicky Dávila (sobre el hijo de Carolina Cruz): “Todos sentimos a Matías como nuestro hijito”.
Juan Pablo Jaramillo (hablando de las personas que publican comentarios negativos en redes): “Es gente envidiosa. Tienen escasez de vida o de buenos momentos. Yo tengo buena calidad de vida y me doy esos buenos momentos”.
Tatán (hablando de un comentario donde lo trataron de “guevón”): “Si soy tan guevón, ¿por qué estoy yo aquí y no vos? ¿Quién es el que está haciendo las cosas bien?”
Juan Pablo Jaramillo (sobre cómo quiso, el día que reveló que era gay, que su madre y su abuela entendieran que él es homosexual): “El hecho de que me gustaran los hombres (y no las mujeres) era como si me gustara el helado de chocolate o el helado de vainilla”.
Tatán (hablando de lo difícil que era antes vivir del deporte): “Antes, si no ganabas, no cobrabas. Cuando empiezas a entender que de un momento a otro las marcas no te preguntan qué has ganado sino cuántos seguidores tenés, dejás de entrenar tanto, ¿verdad?” (Carcajadas de Vicky Dávila).
Maleja: (hablando de las colaboraciones entre los youtubers): “En los youtubers no existe el ego”.
Por todo lo anterior, el título del foro —Las redes sociales nos cambiaron la vida— es completamente engañoso, ya que cuando Vicky Dávila utiliza el pronombre personal “nos”, no está hablando de nosotros, los colombianos, la gente del común, sino de nosotros (ellos), los very important people. Miren el nivel con el que la periodista cierra el foro:
Ha sido una charla muy agradable este Foro W sobre cómo las redes sociales nos han cambiado la vida, en este caso, pues, a estas personas tan conocidas para todos ustedes, no solo en las redes sociales sino en diferentes medios de comunicación. Y también dejarles ese mensaje de que hay que coger lo bueno de las redes, la compañía, la oportunidad de un medio democrático. Muchas cosas buenas que tienen. La oportunidad de hacer incluso un negocio con esas redes sociales, un negocio y una empresa grande como en el caso de varios de los que están aquí. Pero también de esos peligros que hay en las redes, y hoy no hablamos de los menores de edad, eso de pronto puede ser otro Foro W, pero los peligros para los niños en esas redes sociales son enormes, inmensos, y cada día más niños van entrando a unas edades muy tempranas a esas redes sociales. Las noticias falsas, que claramente W en compañía de otros medios de comunicación, está patrocinando ahora mismo un foro sobre esas noticias falsas en redes sociales. También es algo que hay que tener en cuenta. Hoy queríamos ponerle la cara humana a esas redes sociales.
Aquí por fin entendemos que este foro no estaba pensado para hablar de nosotros, la gente de a pie, ni de nuestros hijos. Una vez más el objetivo era seguir hablando de ellos, de los que tienen el poder real y el simbólico, el dinero, las caras lindas y los micrófonos abiertos. Los VIP con sus success stories. Así pues, parece que se confirman las palabras de aquel mexicano citado anteriormente: “Para los grandes medios de comunicación, para el poder neoliberal en el mundo, los otros, los excluidos, solo existen cuando están muertos o cuando están en la cárcel o cuando son perseguidos”, cosa que se puede confirmar todos los días escuchando la W, mañana, tarde y noche.
Para cerrar, cabe acotar que un tema central completamente ignorado en este foro es la relación entre los niños/jóvenes y las redes sociales. En gran medida, son ellos el eje del éxito de la mayoría de los creadores de contenidos que se hacen célebres y ricos gracias a internet (p. ej., reggaetoneros y youtubers), y que terminan imponiendo tendencias en el estilo de vida de la gente y en la sociedad misma. Si tienen dudas sobre esto, los invito a responder a las siguientes preguntas: ¿Cabían Maluma, Nicky Jam o Bad Bunny en este foro? De los cinco invitados, ¿quién tiene más seguidores en internet (Youtube, Instagram, Facebook y Twitter)? ¿Qué edad tiene ese invitado? ¿Cuál es la edad promedio sus seguidores? Y hago otras preguntas: ¿Cómo se explica que en Youtube un tal Manuel Turizo, quien tiene un año de vida artística, tenga más seguidores que, por ejemplo, Juanes, Aterciopelados o Andrés Cepeda, que llevan varias décadas cantando? Pero ya lo dijo Vicky Dávila: “hoy no hablamos de los menores de edad, eso de pronto puede ser otro Foro W.” ¿Será que sí? Quizá algún día.