La amenaza de Trump no viene de lo que vaya a hacer sino de lo mucho que no va a poder hacer. Culpará al Senado y a las instituciones gubernamentales y se reelegirá pidiendo mayores poderes, alegando que son los políticos los que no dejan llegar el poder al pueblo, a lo Chávez u Ortega. Ya lo anunció en la posesión.
Para eso escogió un libreto que aunque aparentemente extravagante produce el efecto de cumplimiento eficaz ante el electorado y desata poca resistencia interna: acabar el obamacare, levantar un muro en la frontera mejicana, restringir la inmigración de ciertos estados que ahora son fallidos o no pueden protestar como Irán con el cuento de que se amplía la seguridad interior, mantener unos cuantos Guantánamos, sacar a Méjico del tratado EU-Méjico -Canadá y bombardear a ISIS.
Como en el caso del muro, que según el expresidente Fox ya está construido en un 60%, Trump solo tiene que llamar a la prensa a la oficina oval y firmar la orden ejecutiva. Con eso cumple. La pelota pasa al Senado. Sino aprueban dirá que son los políticos los que se oponen a los designios del pueblo. Igual pasará con la seguridad interna: puede exigir el cumplimiento de objetivos de alto valor estratégico y si las agencias no cumplen, pedirá poderes mayores para reestructurarlas.
Lo otro no es de difícil cumplimiento. Reestablecer el cinturón industrial sólo requiere de lo que a los gringos les sobra, dólares para invertir e incentivos económicos o renegociar algunos tratados internacionales empezando por los que están en curso.
El desarrollo frenético del libreto de Trump en los primeros días de su mandato muestra lo muy calculado de su ejecución. Da la sensación de un ejecutivo y diligente mandatario. Pero detrás de eso lo que hay es una gran filigrana política que levanta aplausos de la galería de votantes. Ha escogido muy bien los blancos, Méjico, los pobres de Obama, los estados fallidos de Asia y África y la lucha contra el terrorismo para empezar. Gente de poco pataleo.
Para lo que falta que son las negociaciones con la Unión Europea, China, Rusia y las participaciones en la OTAN y la ONU y el diseño de políticas conjuntas en muchos temas relacionados con el comercio internacional, la seguridad y el narcotráfico seguramente lo veremos vociferar y hacer anuncios rimbombantes en las ruedas de prensa. Con eso basta. Sólo tiene que esperar que no se cumpla lo que promete para culpar a los políticos y las agencias del estado, pedir poderes para hacer reformas y hacerse reelegir otros cuatro años.