Conoció a Gustavo Petro en un cara a cara en el Congreso para intentar atajar la aprobación del aborto. Tulia era la vocera de Laicos por Colombia, el grupo al que ingresó siendo muy joven en Buga, de la mano de su papá Gonzalo. Aunque terminaron derrotados, le dio la mano en uno de los descansos en el debate y su presencia como líder político quedó en su radar. Esperó doce años para irrumpir en una tarima en Buga y adherir públicamente a la campaña de Petro Presidente.
Su decisión resultaba potente para el candidato presidencial. No se trataba solo de Tulia Barreto sino de la mamá de la periodista y directora del Canal RCN Claudia Gurisatti, reconocida como una radical contradictora de Gustavo Petro y cualquiera voz que provenga de la izquierda.
Tulia Barreto, a sus 70 años sigue siendo una católica creyente de comunión diaria pero convencida de las tesis de la Teología de la Liberación, que explican su admiración por monseñor Dario Monsalve, el obispo de Buga y por las tesis petristas.
Como alumna de biología de la Universidad del Valle no se perdía las agitadas marchas estudiantiles de la Cali de los años 70. Fue allí donde conoció a su esposo Antonio Gurisatti, hijo de un italiano y una rumana quienes llegaron a Colombia huyendo del horror de la Segunda Guerra Mundial, con quien tuvo un efímero matrimonio de dos años que terminó en una agraria disputa por la custodia de sus dos hijas Isabella y Claudia, atravesada incluso por un episodio que Claudia nunca olvidó. El afecto de su abuela rumana por las niñas la condujo a esconderlas en una finca en Los Farallones de Cali hasta que por petición de Tulia, quien tenia la patria potestad, el F2 las rescató. La abuela rumana recibió a los agentes con una escopeta. Las hermanas Gurisatti terminaron criadas en Buga por sus abuelos maternos Barreto, a quien las hermanas siempre recordaron con gran cariño.
Tulia se nutrió del furor político y la riqueza cultural de la Cali de los 70. Se crearon lugares como Ciudad Solar, bajo la batuta del pintor Miguel González y Ramiro Arbeláez, la proyección de películas en el cine club del Teatro San Fernando dirigido por Andrés Caicedo y las películas del tándem Mayolo-Ospina, desataron una fiebre por la cultura y la rebeldía de la que también se contagió una católica confesa e inquieta como Tulia. Una de sus influencias palpables desde niña fue su padrino Francisco María Rengifo, locutor del Valle que tenía un programa al día en Voces de Occidente llamada La hora católica. Rengifo organizaba reuniones en su casona en Buga los sábados, donde hablaba de filosofía, literatura y disertaciones religiosas. La más joven y la más activa era Tulia.
Ya separada y con la custodia de sus dos hijas Tulia resolvio buscar abrigo en la casa paterna de Buga desde donde se desplazaba a diario en el bus de Expreso Palmira a trabajar a la Universidad del Valle. Era un núcleo familiar devoto que terminó llevando a Tulia a la organización de Laicos por Colombia, a la que dedicó buena parte de su energía.
Poco se sabía de ella hasta abril del 2018 cuando en su gira de campaña por la Presidencia Gustavo Petro, candidato de la Colombia Humana, visitó Buga. Tulia Barreto pidió subir a la tarima para expresarle su apoyo y la adhesión a la campaña. La postura de doña Tulia exacerbó el ya viejo y conocido pleito entre Petro y Claudia Gurisatti, quien reaccionó, acusando de provocación en su cuenta de twitter:
“Entonces yo soy la que le doy valor al nombre de su candidata.... A cada uno de los candidatos que escoja va decir de quién es padre o hijo si le conviene. Típico de las élites en Colombia que tanto dice aborrecer. Deje de soñar conmigo! Jajajajaja"
Su mamá ahora ya no solo será la candidata de Petro sino también la del Partido Farc para intentar ser la próxima alcalde de Buga, enfrentada nada menos que a la candidata del Centro Democrático Mellisa Urdinola Rodríguez. Esta vez muy seguramente, estando a la distancia, radicada en España, Claudia Gurisatti no se dejará provocar. Mantendrá silencio.