El maléfico es prueba fehaciente de lo necesaria que es la educación de calidad. Por los claustros por donde pasó, fracasaron en sacarlo de la ignorancia y en mejorar su pobrísimo lenguaje. Oirlo trae a la memoria a "Popeye”, el sanguinario adalid del CD, que incluso hablaba mejor y purgó sus crímenes.
Sus ofensas permanentes a Petro, sus sonrisas sardónicas al estilo de Pedro Navajas o Juanito Alimaña desdicen de Antioquia, tierra de dirigentes como Belisario Betancourt, Marco Fidel Suárez o Carlos Eugenio Restrepo; de juristas como Carlos Gaviria, filósofos como Gonzalo Arango, escritores como Abad Faciolince o Porfirio Barba Jacob.
Los paisas tendrán que pedir perdón al país por este correveidile del Ubérrimo. Tras el saliente obeso, pusilánime e inescrupuloso subpresidente, no merecemos a otro más ignorante, cuestionado y peligroso sucesor, vulgar, chabacano, mal hablado y peor vestido. A su lado Char parece un lord inglés.
Su acento maltrata el tímpano. Su mediocridad y escasez de magín aumentan la pobreza ideológica evidente de Don “Fico”, sin programa ni neuronas, tratando de desvirtuar al ex guerrillero por acciones del pasado - e indultado-y sólo logra impulsarlo a niveles inalcanzables.
El Fico, o alias Fico, el caballero de la noche como le bautizaron, no tiene carisma, no convence; no ilusiona ni entusiasma.
Su pobreza intelectual y moral lo inhabilitan para merecer respeto y aspirar a reemplazar al actual mandatario.
Ahora, si hubo gente como Turbay, Pastrana hijo o el indolente Duque, este mequetrefe indecente, excluyente y lacayo Gutiérrez puede aspirar a serlo. Esa es la democracia. Otra cosa es que pueda lograrlo...