El hígado cumple una función esencial, es el centro del metabolismo humano.Es una especie de factoría donde se toman las decisiones más sensibles para el funcionamiento vital del organismo y mantener un mínimo equilibrio sanitario. Se trata nada menos que del órgano más voluminoso del cuerpo y con acción glandular, que desempeña funciones únicas y cardinales. Es la base del apoyo para el buen trabajo de estructuras claves como el corazón, los riñones, el cerebro, los pulmones y las vías digestivas.
Entre sus acciones, todas absolutamente vitales, están la síntesis de proteínas plasmáticas, la función desintoxicante, el metabolismo de las grasas, el almacenaje de vitaminas y glucógeno como reserva energética oportuna, el metabolismo y orientación de la mayor parte de nutrientes, el apoyo para una adecuada función digestiva como la secreción de bilis, entre otras. También es el responsable de eliminar de la sangre las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo, convirtiéndolas en inocuas.
Es un órgano que dada su complejidad y los enormes compromisos que cumple en todo momento para sostener la vida humana, exige unos cuidados especiales y prioritarios. Si se busca preservar y sostener por mucho tiempo una salud básica, es indispensable que seamos conscientes que hay que facilitar y no entorpecer o complicar la función hepática. Son muy comunes los malos hábitos de alimentación o de exposición a riesgos frecuentes que complican la acción de esta glándula vital.
Es obligatorio, por lo tanto, tener en cuenta unas mínimas indicaciones para proteger el hígado y enriquecer la propia salud. Para ello hay que conocer con precisión las principales causas que lo deterioran y alteran su función, para evitarlas. Revisemos al menos las 12 esenciales a intervenir:
1. Tomar licor en cualquier presentación, máxime si se hace con regularidad.
2. Comer con frecuencia alimentos de difícil digestión y alto contenido graso como ‘Bandeja Paisa’, sancochos de gallina, aquello que folclóricamente llaman sopas o sancochos ‘trifásicos’ (con tres tipos de carnes), fríjoles con cerdo, asaduras, embutidos, etc.
3. Uso excesivo de complementos multivitamínicos. Por ejemplo abuso del complejo B inyectable combinado con otros desinflamatorios, las ‘malteadas’ para bajar de peso que podrían contener plomo y otros tóxicos.
4. Ingesta por cualquier vía de esteroides, incluyendo aquellos que se medican como la prednisolona y la cortisona.
5. Consumir arbitrariamente tantos productos ‘nutricionales’ que ofrecen a través de redes, multiniveles, sistemas piramidales, ventas populares. En muchos casos no se conoce su procedencia exacta y contenido preciso.
6. Ingerir arbitrariamente productos que magos, charlatanes, brujos, medios de comunicación no éticos (emisoras parroquiales), promocionan popularmente haciendo creer que lo curan todo y con evidente manipulación de incautos o de las mentes más débiles. Solo deben tenerse en cuenta prescripciones profesionales.
7. Retener la orina, más de lo debido. Se altera la función renal y consecuentemente la hepática.
8. Consumir muchos medicamentos, como antibióticos.
9. Emplear con regularidad conservantes, colorantes, endulzantes artificiales.
10. Consumir aceites de cocina no saludables (prefiera de oliva, canola, maíz o girasol de marcas confiables). Tanto como se pueda reducir el consumo de alimentos fritos aún con aceites sanos. No ingerir alimentos fritos cuando haya situaciones de agotamiento, estrés agudo o enfermedad.
11. Ingerir alimentos crudos (muchos necesitan cocción para ser digeribles) o demasiado cocidos, le agregan carga al hígado. Los vegetales deben ser comidos crudos o cocidos al vapor.
12. En general, comer demasiado especialmente cremas, salsas, mayonesas, margarinas, mantequillas y grasas animales.
No es fácil asumir estas responsabilidades, porque tantos prefieren su zona de confort, sin tener cuenta el enorme costo que luego pagarán. Además como dicen por allí, “Con lo que sana el hígado, enferma la bolsa”.
Apostilla: Importante revisar los múltiples casos de toxicidad hepática con las malteadas para bajar de peso de una conocida firma multinivel, piramidal o de red que recluta ingenuos. Lastimosamente quienes por afán exclusivamente financiero se vinculan a estas cadenas, se alienan y son intolerantes. No entienden razones médicas y científicas. Se recomienda revisar las múltiples investigaciones realizadas, para controvertirlos. Aquí algunas:
http://zl.elsevier.es/es/revista/medicina-clinica-2/hepatotoxicidad-relacionada-consumo-productos-adelgazantes-base-plantas-13098725-cartas-al-editor-2007
http://hepato.com/p_tratamentos_alternativos/032_alternat_esp.php
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-01082008001100004