Vale la pena preguntarse por qué dentro de esa cantidad de artistas buenos de la generación de los Surrealistas, René Magritte parece ser el único que logró meterse en la casa de todos. Este pintor belga, logró traspasar las rígidas fronteras del arte de su época, y terminó por impactar profundamente a la entonces naciente publicidad masiva.
En su obra, Magritte aísla el objeto de su contexto produciendo de inmediato interrogantes en quien los mira, retira el significado original o tradicional de cada cosa para mostrar lo invisible que hay en todo lo visibles. Esta metamorfosis que hace de la realidad, permite ver las distintas realidades de la luz, o imaginar una lluvia de hombres, de retar la gravedad, de eliminar de un rostro los rasgos que definen su individualidad para dejar pasar la transparencia, o de hacer que una realidad se convierta a través de un vidrio en un lienzo.
Los amantes, 1928
Nació el 21 de noviembre de 1898 como René Franςois Ghislain Magritte. Fue parte de una generación que se dedicó a romper esquemas, paradigmas. De la generación a la que Freud le abrió los ojos sobre otra dimensión del ser humano, el inconsciente.
Los surrealistas que seguían a Breton, el padre del surrealismo, propusieron una ruptura con la realidad consciente. Lo mismo sucedió en la literatura, la música y en la poesía.
La traición de las imágenes,1929
Magritte vivía en París, pero no quiso formar parte de ningún movimiento que lo confinara en forma alguna, y creó para sí mismo un mundo que le permitió pintar más de mil obras, muchas de ellas reconocidas en todas partes del mundo. Empezó, de hecho, en el mundo aledaño a la publicidad. En 1919 se fundó la revista Au Volant para la que Magritte dibujaba, tenía 21 años. Colaboró con su lápiz con otras revistas europeas.
También en esa época conoció a Georgette su compañera, musa, cómplice y esposa, la mujer que lo acompañó siempre en la vida de pintor y de hombre. En la Bélgica de los 20, estuvo rodeado de un grupo de amigos que jugaban a ser surrealistas, con quienes hacía uno de los oficios más interesantes de este grupo de artistas, hacer los títulos para sus obras. Influenciado por el cubismo, el futurismo y algo de impresionismo, en 1925 ya se había convertido en Magritte, el pintor que el mundo conoce.
El hijo del hombre,1964
Su capacidad de doblar la realidad para darle un sentido misterioso, impactó la publicidad que a su vez lo instaló al él en la casa de todos, lo volvió masivo.