Si Matador hubiera publicado la caricatura que lo volvió noticia esta semana hace cinco años no hubiera pasado nada. Ciertamente, es verdad. La caricatura peca por minimizar un logro de la mujer para burlarse de un estereotipo machista. Además, dentro de los parámetros para juzgar una caricatura, es mala. Nada tiene que ver que dos mujeres caminen por la luna con su afición por las compras. Sin embargo, la caricatura es solo eso; un mal chiste que no merece ni atención.
Personalmente pienso que Colombia tiene problemas mucho más serios que la opinión de Matador. Hasta la Vicepresidente Marta Lucía Ramírez se pronunció al respecto rechazando al caricaturista. Sin embargo, no ha dicho nada sobre los asesinatos de lideresas sociales en Colombia ni sobre los polémicos negocios de su marido. Qué conveniente es convertir a Matador en una cortina de humo para tapar los verdaderos problemas que tiene este país.
Hoy día estamos en una época en donde el feminismo extremo está presente en cada ámbito de la sociedad. Además, a la hora verdad no se trata sino de una doble moral para ganar aplausos en redes sociales ¿Por qué nadie se pronuncia con el vídeo de Claudia López difundiendo -también- estereotipos machistas para ganar votos? ¿Por qué no se han quejado de que los huracanes lleven nombres de mujeres? Una de las propuestas más ridículas del feminismo extremo es modificar el uso del lenguaje de tal forma que para agrupar hombres y mujeres bajo una sola palabra no se utilice masculino sino una "e" al final. De tal forma que "amigos" pasaría a ser "amigues". Esto ya raya en lo ridículo.
Por último, no desconozco que la lucha en pro de la igualdad de género es importante. Pero de ahí a linchar a un mal humorista por uno de tantos malos chistes que ha hecho, pienso que es perder el norte. Colombia tiene problemas mucho más grandes que si las mujeres son aficionadas a gastar o no.