A raíz de la avalancha en Rosas (Cauca) ocurrida el 9 de enero de 2023, el sur de Colombia atraviesa una situación crítica, derivada del cierre indefinido de la carretera Panamericana. Estas son algunas de las consecuencias: Nariño está sin gas ni gasolina; comienzan a ser desechados por los productores (increíble que suceda esto en un país con tanta pobreza como Colombia) 250.000 litros de leche que originalmente serían enviados a Cali; y los gremios solicitan al presidente la declaratoria de emergencia económica y social.
Ahora bien, la solución definitiva está a la vista y debemos aprovechar esta coyuntura histórica en forma proactiva: construir ya la variante Timbío-El Estanquillo y luego terminar la doble calzada Pasto-Popayán, siendo aquella parte integrante de esta megaobra que posibilitará la conexión de Colombia con Suramérica por vía terrestre.
De ahí que por interés nacional la doble calzada debe ser incluida en el próximo plan de desarrollo, y no solamente como obras adjudicadas para Nariño y Cauca. Y para obviar problemas de cierre financiero, ya que al parecer por el volumen de tráfico no resulta aparentemente atractivo para los inversionistas quienes no aceptarían la concesión, le corresponde a la nación financiar la obra, cuyos costos ascienden aproximadamente a 12 billones de pesos.
No obstante, como en la declaración pública del 12 de enero en Rosas se ordenó la construcción directa por parte del gobierno de dicha obra como la "vía de quinta generación de los pobres" (aplaudo la voluntad política expresada por el presidente Gustavo Petro Urrego), debemos ahora unirnos todos como sociedad civil en torno a este esfuerzo histórico para que durante el cuatrienio actual se termine la nueva Panamericana del Sur.
En este sentido, resulta importante la actuación de la Fundación Jurídica Popular de Colombia, ONG que interpuso una acción popular con medidas cautelares, planteando la necesidad de contratar la variante Timbío-El Estanquillo por urgencia manifiesta al tenor del mecanismo previsto en la Ley 80 de 1993, y que se asegure la financiación de la doble calzada Pasto-Popayán. La acción constitucional quedó radicada ante el Tribunal Administrativo de Nariño, y ya les daremos a conocer noticias del avance de este proceso.
Según la Asociación de Ingenieros del Cauca, desde hace 50 años se habla de la variante Timbío-El Estanquillo, y desde esa época fue entregado un primer diseño. Han pasado 18 presidentes, decenas de ministros de Transporte y cientos de congresistas, pero ha faltado voluntad de los dirigentes y gobernantes.
Conocemos que el proyecto vial se encuentra en fase II ante la ANI, que recibió los diseños contratados el 1 de agosto de 2022. Esta misma entidad debía pronunciarse sobre la viabilidad técnica hasta el 31 de diciembre siguiente y a continuación entrar en la fase III, es decir contratar los estudios definitivos y licitar la obra. Duque prometió que esto se haría en 2021. No cumplió. Ahora le corresponde a Petro cumplir este anhelo histórico del sur.
Podríamos terminar esta nota con el "amanecerá y veremos" de Virgilio Barco. Sin embargo, prefiero parodiar al recordado John F. Kennedy: "Preocúpate por lo que puedes hacer por tu país, y no por lo que tu país puede hacer por ti".