En medio de una pandemia colosal y de alto riesgo, Colombia atraviesa una de las mayores y peores crisis sociales, económicas y de perspectiva de desarrollo, aun si se consideran las tragedias de una violencia ya endémica que ha dejado millones de víctimas directas e indirectas, entre muertos, lisiados, desplazados, familias y poblaciones desmanteladas; y que, además, se expresa en términos de asesinatos impunes de líderes sociales, falta de autoridad, debilidad e inacción institucional, corrupción generalizada y, en especial, como concentración excesiva de la riqueza en pocas manos, desigualdad, inequidad y falta de oportunidades para la mayor parte de la población en condición productiva, y muy grave entre los jóvenes y menores, las mujeres y los grupos sociales marginados.
En este clima de tensión que debe ser superado por diálogos y acuerdos incluyentes, justos y viables para la estabilidad y sostenibilidad de nuestra sociedad y no solo para los sectores tradicionalmente favorecidos, un grupo de diseñadores, como ciudadanos en ejercicio y conscientes de sus derechos y deberes, han tomado la vocería mediante un “Manifiesto D” con el fin de hacer un llamado urgente:
- A las autoridades del orden nacional, departamental y municipal y a la fuerza pública, para que se sostenga un diálogo franco y se evite de modo ostensible y explícito el tratamiento violento a las expresiones de protesta social y la estigmatización de los reclamos populares.
- A los entes de Investigación, para que vigilen, judicialicen y sancionen los procedimientos y actos que excedan el ajuste de las conductas, en especial a las de derechos humanos por cualquiera que las infrinja, sea actor civil, policial, militar o delincuentes que se amparan en sus esquemas.
- A las organizaciones que convocan y dirigen el paro y las protestas pacíficas para que exijan a los participantes un alto nivel de respeto por los derechos básicos de la ciudadanía en general y por los bienes y servicios públicos y privados, evitando la afectación extrema de los de orden prioritario como la atención a la salud y la provisión de alimentos y otros servicios esenciales. A la vez, para que generen mecanismos de autocontrol de las marchas que ayuden a impedir las infiltraciones de los violentos y la generación de focos de vandalismo que demeritan la protesta legítima.
- A los participantes en las protestas pacíficas para que mantengan unidad de criterios, conductas y medidas de participación que garanticen la eficacia de las expresiones de inconformidad, la bioseguridad de los actos y el logro de avances sociales de interés general, y en especial para los sectores menos favorecidos y/o más afectados por las condiciones extremas estructurales del sistema y las coyunturales de la pandemia.
- A los medios de información pública, oficiales, privados, por medios masivos y/o redes sociales, para que no estigmaticen a los manifestantes, no induzcan o no generen miedos en la comunidad basados en la manipulación de hechos y registros o en noticias falsas, para que informen con objetividad.
- A la sociedad colombiana en general a expresar su apoyo a las justas y pacíficas reclamaciones sociales en procura de la estabilidad y la equidad social y la pronta solución a los principales flagelos del país.
Es así como, conscientes de nuestras responsabilidades y capacidades, manifestamos:
- Que la disciplina del diseño, sus ramas y especialidades profesionales son herramientas idóneas para interpretar y desarrollar soluciones viables a múltiples necesidades de implementación tangible de las políticas, estrategias, planes y proyectos necesarios para lograr un desarrollo social, cultural y económico equilibrado, justo y que atienda a todos los sectores de la población en el territorio nacional, en el orden de sus expectativas productivas —medios productivos, procesos y productos—, de vivienda, salud, educación, servicios sociales e infraestructura, atendiendo las consideraciones de racionalidad ambiental y el uso de los recursos, adecuada relación costo-beneficio en la cadena productiva, innovando y generando identidad y diferenciación en los productos, bienes, servicios o marcas y, en general, promoviendo y facilitando el mejoramiento de la calidad de vida y la promoción de valores propios.
- Que es necesario incorporar en los procesos económicos, sociales y culturales que resulten de los acuerdos sociales y de las reformas del Estado que sean necesarias, políticas públicas de Estado y estrategias corporativas empresariales que permitan incorporar nuestra capacidad creativa, innovativa y de agregación de valor como efecto de la apropiada comprensión y ejercicio del rol social del diseño y de su correcta aplicación como instrumentos de la gestión pública y privada.
Para ello convocamos:
- Al liderazgo social e institucional y al empresariado del país a integrar en sus propuestas criterios, elementos y componentes científicos, tecnológicos, socioculturales y económicos, así como estrategias de Diseño que faciliten la renovación y reactivación de nuestras capacidades productivas, el uso racional de los recursos, la generación de ocupaciones dignas y bien remuneradas y la atención de las necesidades reales de nuestra sociedad en las escalas nacional, regional y local.
- A los líderes de partidos políticos con sentido de responsabilidad social y visión prospectiva del país, a tramitar y aprobar medidas legales y asignaciones presupuestales adecuadas para posibilitar esquemas de desarrollo de iniciativas que promuevan la productividad con sentido social, la racionalidad en el uso de los recursos, la redistribución de ingresos, bienes y servicios, el mejoramiento significativo de las prácticas productivas, el desarrollo de una cultura material de alto valor y representación y la preservación del medio ambiente.
- A las instituciones públicas y privadas con gestión o incidencia en los procesos de promoción, regulación, formación y/o desarrollo de programas, proyectos o actividades de Diseño, a reorientar o adecuar su gestión en una perspectiva que incorpore dinamismo y criterios creativos, de innovación y aplicación de enfoque y métodos de diseño, y en especial a la vinculación dinámica y estructural de los diseñadores colombianos en las correspondientes proyecciones y actividades.
- A los diseñadores colombianos y extranjeros residentes en el país a promover la organización de gremios profesionales a escala local, regional, nacional, por ramas y especialidades o modalidades de ejercicio, con propósito convergente como sector, unidad de criterios y priorización de objetivos y metas de desarrollo institucional sectorial, como mecanismo para lograr y ampliar la participación de los profesionales de diseño en los procesos sociales e institucionales de reactivación económica y de atención de las prioridades sociales, sectoriales, regionales y locales correspondientes.
Con todo lo anterior y dispuestos a la contribución y aporte para un país más con mayores oportunidades, nos proponemos:
- Dejar oír nuestra voz de ciudadanos y diseñadores.
- Recuperar el tiempo perdido como colectividad desperdigada y a la deriva.
- Construir entre todos una plataforma que nos visibilice ante la sociedad y nos dé el liderazgo social e institucional como autores y actores en los procesos de cambio que deben desarrollarse y que identifique el rol social y las posibles contribuciones de los diseñadores a las diversas necesidades de múltiples sectores y contextos de nuestra sociedad.
- Crear un ambiente que nos permita lograr unidad y consensos.
Consideramos con ello que el diseño aportaría a las dinámicas económicas, productivas y sociales estando en el centro de la agenda política del país.
Invitamos a diseñadores que quieran conocer y suscribir con su firma el manifiesto a unirse.