Las salas de redacción de todos los medios de comunicación del país y la opinión pública aún no olvidan el episodio del video del exministro Carlos Ferro, que desencadenó la renuncia acelerada de este, del comandante de la Policía y de una valiente periodista como Vicky Dávila; salida que, según la exdirectora de La FM, fue presionada desde la Casa de Nariño.
Mientras todos los periodistas del país nos preguntábamos qué hubiéramos hecho con ese video en nuestras manos, un colega que se enteró de lo que me sucedió en diciembre del año pasado con el señor Julio de la Rue, director de noticias de Cablenoticias, comparó el supuesto acto de cesura contra Vicky con el que me sucedió en ese canal. Y tiene razón. Pocos de mis excompañeros lo sabían, pues hacerlo público era poner en tela de juicio a todo un canal y a un equipo de colegas, amigos y excompañeros que merecen todo mi cariño y respeto. Un equipo no puede pagar por la baja ética periodística de Julio de la Rue.
Pero decidí empezarlo a comentar esta semana en Twitter, luego de ver en Noticias Uno el pasado domingo, 27 de marzo, que el secretario del Senado Gregorio Eljach decomisó ilegalmente hace un par de semanas la cámara fotográfica, una memoria USB y el computador de la estudiante de noveno semestre de Comunicación Social de la Universidad Sergio Arboleda Tania Guevara; todo porque el señor secretario se imaginó que ella lo estaba fotografiando con el fin de “pescarlo” mal parado.
Es por eso que hoy, por medio de esta carta, quiero exponer los antecedentes que llevaron al bajo acto de censura en mi contra por petición de Gregorio Eljach y avalado por Julio de la Rue.
A inicios de diciembre de 2015 yo terminaba de realizar unas entrevistas para un especial periodístico de ese canal acerca del escándalo del año en la Corte Constitucional, conocido mediáticamente como “Fidupretelt”.
Por ese tiempo Noticias Uno publicó una foto en la que se ve a Gregorio Eljach sentado, al parecer en un restaurante, con el magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt, investigado por recibir una millonaria suma de dinero para estudiar una tutela. Además, ese mismo noticiero mencionó que el representante a la cámara, Julián Bedoya, investigador del magistrado Pretelt, denunció la filtración de documentos por parte de Eljach con el fin de entorpecer esa investigación.
Con semejante revelación decidí incluir a Eljach en mi lista de personajes para ese especial periodístico. A los pocos días de conocer esa información, lo llamé. El señor secretario, en tono malhumorado, se negó a entregarme su versión de los hechos frente a una cámara y me solicitó acabar la llamada porque no confiaba en los periodistas. Según él, yo lo estaba grabando. ¡Hágame el favor los delirios de persecución del secretario!
Al día siguiente de esa conversación, que si mal no recuerdo fue el miércoles 9 de diciembre, recibí en la mañana una llamada del director de Cable Noticias Julio de la Rue para preguntarme por el tema de mi especial y me pidió pasar por su oficina en la tarde para hablar de un “asunto”. En su oficina, palabras más, palabras menos, me dijo: “Le queda prohibido mencionar a Gregorio Eljach en su especial. Si lo hace, se lo cancelo. Mencione al que quiera, menos al secretario del Senado. No le voy a dar razones, solo sígame esa orden”.
Evidentemente, yo reclamé. Le expliqué las razones, le conté las denuncias graves que había (y hay) contra Gregorio Eljach, pero insistió en que no podía mencionarlo y reiteró bajo amenaza que si lo hacía cancelaba mi especial.
Al finalizar la tarde me enteré que Eljach lo había visitado en su oficina esa misma mañana. No me consta que hayan hablado de ese tema, pero lo cierto es que ese mismo día la orden era no mencionarlo en mi especial periodístico
En enero de este año, el mismo Julio de la Rue me nombró periodista político del canal (una de las fuentes más importante en un medio de comunicación), pero ese nombramiento fue agridulce para mí por el grave antecedente.
Siento que es mi deber como televidente de Cablenoticias y periodista publicar lo que me sucedió. No admito que un director de un medio de comunicación informe con agenda política y ponga el medio que dirige al servicio de funcionarios públicos cuestionados, como Gregorio Eljach. Tampoco tolero la actitud de Eljach ni la de ningún funcionario, que tenga afán de maltratar y pedir el silencio de quienes publicamos información que no es de su agrado.
El episodio que me sucedió en Cablenoticias por disposición de su director Julio de la Rue es un evidente caso de censura de la manera más baja. Violó lo más sagrado que tiene un periodista: su libertad de prensa y el derecho de los ciudadanos de estar bien informados.
Quién sabe si los dueños de ese canal, de quienes tengo el mayor respeto y agradecimiento, conocen esta situación y las presiones laborales y contractuales que reciben gran parte de mis excompañeros.
@sebastiandiazlo
