Tanto el alcalde de Cali, Maurice Armitage, como la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, tienen ya el camino despejado para empezar sus gobiernos. El domingo se aprobó el Plan de Desarrollo de la ciudad y el sábado el del departamento. El primero costará once billones, mientras que el segundo 6,3. El primero tiene cinco ejes, el otro tres pilares.
Pero más allá de las especificaciones técnicas de los documentos, hay que anotar el papel de concejales y diputados, de los partidos y las facciones que desempeñaron un rol en todo el mes de mayo en esta discusión. Comencemos por el Concejo. El debate fue amplio, polémico y “corchador” para algunos funcionarios gracias a dos cabildantes principalmente: Patricia Molina y María Grace Figueroa.
La primera (del POLO), declarada en oposición al gobierno anterior y a este, fue siempre enfática en sus críticas, principalmente al programa Territorios de Inclusión y Oportunidad (TIOS). Molina fue la única que votó negativo todo el plan. La segunda, del partido de la U, fue muy crítica con la parte técnica y estructural del plan. A ambas se les nota el conocimiento que tienen de la ciudad, una en lo social, otra en lo administrativo.
En la asamblea el debate fue flojo, muy básico, enfocado a casi lo estricto que decía el documento que entregó la gobernadora. De resaltar la labor de Ramiro Rivera, del partido MIRA, el ponente del proyecto de ordenanza quien estuvo muy proactivo en el debate, a diferencia de su colega del concejo, Juan Carlos Olaya, que habla en escasísimas oportunidades, muy tímido al parecer.
Pero tal vez lo más destacable de este comentario político que aquí se esboza es el papel del Partido Centro Democrático. En el es concejo coherente, aterrizado y sensato. Su concejal Roberto Rodríguez tuvo un buen desempeño y criticó con fundamentos claros el plan de desarrollo. En la asamblea, contradictorio e incoherente, debido principalmente a su diputada estrella, Juana Cataño, que se dedicó en campaña a despotricar contra Dilián, que la atacó por Twitter y Facebook cada vez que tuvo oportunidad y que en el debate fue condescendiente (felicitó a Clara Luz Roldán por su nombramiento en COLDEPORTES, esto no es grave, pero con todo su espectáculo electoral, se esperaría más confrontación en la asamblea). Su voto en la comisión que estudió el plan fue positivo. Mejor que siga haciendo política digital.
Por último, hay que decir que Dilian tiene su gobernabilidad asegurada al 100%. No tiene oposición y el papel del POLO en la duma es igual que al del Centro Democrático: condescendiente y tímido. Armitage, aunque también con muchos aliados en el Concejo, la tiene un poco más difícil (tal vez en un 5%). Las dos concejalas mostraron un gran conocimiento y una capacidad de confrontación con base en argumentos sólidos. Además, el contralor de Cali hizo una advertencia al alcalde al advertir que el plan estaba mal diseñado con indicadores de producto inexistentes y con políticas públicas mal diseñadas, su sentencia fue clara: una mala planeación puede generar corrupción.
Una cosa más antes que se olvide: la campaña de Armitage estaba enfocada en la generación de empleo, sin embargo, el eje 4 del plan Cali emprendedora y pujante que pretende mejorar este aspecto, cuenta solo con el 1,5% de la inversión total. ¿Será que con eso se puede hacer una Cali generadora de empleo?
No siendo más, Solo resta esperar que nuestros gobernantes no nos lleven por un mal camino, ni por el del despilfarro y mucho menos la corrupción que tanto afecta a la nación.
