Dilemas...
Opinión

Dilemas...

Por:
octubre 21, 2013
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Los colombianos han comenzado a entender que la Paz no se alcanza con la sola firma de un acuerdo para terminar el conflicto con las Farc y también comenzaron a expresar que las Farc no son el principal problema que los agobia; dejaron de serlo desde que la acción del Estado las alejó de las ciudades y las confinó en el país rural.

Ahí encontramos el primer dilema, pues la ruralidad mal entendida propició los desequilibrios y exacerbó los conflictos. Al no hacerse presente el Estado en esos territorios, las guerrillas se fortalecieron y ese país se empobreció; ¿eso se podrá corregir?

Un escenario de paz estable y duradera, no se consigue a la vuelta de la esquina; ese es un bien supremo por el que se deber luchar cada minuto de nuestras vidas y desde el corazón de todos los colombianos; podríamos comenzar ahora mismo desarmándonos internamente y tirando a la basura los odios y rencores, desde los hogares, las oficinas, los campos y en las calles donde nos relacionamos con nuestros semejantes; para lograrlo, se requiere resolver el dilema de cómo aprender a vivir en paz; de lo contrario seguiremos peleando con el enemigo interno: el vecino del lado, el del frente, o las guerrillas.

El ideal de esa paz que anhelamos debe ser tan alto como el de la nación con la que soñamos; hay que derribar del imaginario, esa idea de nación a la que nos acostumbramos, y que es aquella con la que a menudo nos levantamos.

Los países que sufren conflictos internos tienen en común problemas estructurales como pobreza extrema, rivalidades políticas, étnicas o religiosas, proliferación de actividades ilegales y debilidad institucional, factores que ponen en riesgo los acuerdos de paz conseguidos; en Colombia le agregamos que vivimos a la defensiva y con ganas de agarrarnos entre nosotros mismos.

La terminación del conflicto con las Farc no será perfecta; existe el riesgo en caso de una negociación exitosa, que hayan disidencias y que estas disidencias, se sumerjan en las economías ilícitas de la minería ilegal o del narcotráfico. Esa lógica perversa se encuentra signada dentro de los grupos armados ilegales que construyeron durante su existencia, finanzas por fuera de la Ley.

Uno de los grandes dilemas que rodean las conversaciones en La Habana es cuál sería la magnitud de las disidencias de esta guerrilla. En un acuerdo con el gobierno para el fin del conflicto armado, varios frentes de las Farc pueden verse impactados por la decisión de pasar a la política, ingresar a la vida cotidiana de los colombianos, o continuar en actividades criminales.

Es complejo acertar a estas alturas de las conversaciones, hasta qué punto los siete bloques y sus cerca de 75 frentes activos que tienen las Farc van a hacer caso al acuerdo que eventualmente firmen en Cuba sus jefes con el gobierno.

En el caso del Bloque Noroccidental, en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó, las Farc mantienen relaciones con las bacrim, por lo que es posible que la fragmentación y criminalización no permita su completa desmovilización. Un caso que conozco es el de la desmovilización de las autodefensas en los Montes de María, en junio del 2005, cuando varios de los que formaron en el corregimiento de San Pablo, municipio de María La Baja, Bolívar; para hacer entrega de sus armas, no eran todos los que eran y los que se quedaron en el delito, hoy siguen como fantasmas, traficando y microtraficando con drogas ilícitas.

Las relaciones entre las Farc y las bacrim son evidentes: el ejército ha capturado a miembros de los Urabeños y a emisarios del Frente 58 de las Farc en laboratorios de drogas; departamentos como Nariño, Norte de Santander, Meta, Putumayo y Valle del Cauca, también registran alianzas entre las Farc y las bacrim.

Dentro de la filosofía pura de la reconciliación, desarme, desmovilización y reintegración, los colombianos podríamos ayudar a las Farc en su transición de grupo irregular a la civilidad, si existiera de su parte intención sincera para hacer su transición a un escenario de posconflicto.

Para Colombia, la evidencia internacional señala que tradicionalmente han existido dos objetivos dentro de un escenario de transición al posconflicto: uno de corto plazo, orientado a la satisfacción de necesidades inmediatas y de emergencia, y otro de largo plazo, orientado a la recuperación, reconstrucción y transformación de los territorios con infraestructura física; estos retos y otros derivados por las actuales dificultades políticas y las ambigüedades de nuestra democracia, ponen en evidencia grandes dilemas: ¿seremos capaces de reconstruir el país y de lograr mayor educación para aprender a vivir en paz?

¡Claro que sí! Debemos ser fieles a la nación soñada; y la fidelidad con esa nación con la que soñamos es una condición necesaria para que nuestros sueños se hagan realidad.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
¡Señor presidente: desactive la bomba de tiempo...!

¡Señor presidente: desactive la bomba de tiempo...!

¡Ni uribistas, ni petristas!

¡Ni uribistas, ni petristas!

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--