A través de los medios de comunicación se ha tenido conocimiento de que el señor Diego Cadena, uno de los abogados defensores del expresidente Álvaro Uribe Vélez en el caso que le investiga la Corte Suprema de Justicia por el cual fue llamado a indagatoria, se definió a sí mismo como "abogánster".
En una llamada interceptada legalmente, la cual fue aportada como prueba en el proceso que se le sigue al expresidente, el reconocido abogado de confesos narcotraficantes le dijo a su interlocutora que él tenía varias profesiones: de día abogado, de noche “abogánster”, y, a veces, agrónomo.
Por otro lado, el auto de la Corte Suprema que fija la fecha de indagatoria al senador Uribe también señala que existen tres procesos en marcha contra el abogado Cadena:
- El primero en la Fiscalía segunda delegada ante el Tribunal de Bogotá por el presunto delito de tráfico de influencias.
- El segundo en la Fiscalía tercera ante el Tribunal de Bogotá por el presunto delito de simulación de investidura o cargo.
- El tercero en la Fiscalía Séptima Delegada por presuntos delitos contra la recta y eficaz administración de justicia, según informa Daniel Coronell en su reciente artículo de la revista Semana.
Las revelaciones hechas por Semana, que ponen al descubierto un entramado de corrupción que afecta gravemente el aparato judicial y ponen en entredicho la labor de jueces y fiscales, dejan muy mal parados a aquellos abogados que se dedican a defender a quienes, teniendo deudas pendientes con la justicia, pretender sobornar a los operadores judiciales con el propósito de salir bien librados.