A Diego Cadavid lo hemos visto en múltiples ocasiones, haciendo todo tipo de tareas. El reconocido paisa ha sabido descrestar al país con su increíble talento, el cual ha usado para brillar de diferentes maneras. Si bien es cierto que ha logrado reconocimiento con sus papeles, también lo ha conseguido con su carrera musical. Cadavid ha sorprendido con su rol como baterista de la banda The Mills. Inclusive, el hombre ha sabido convertirse en un gran fotógrafo; un personaje al que no le queda grande ningún reto, pues todo lo se propone, lo consigue y lo hace obteniendo grandes resultados.
Claro que toda buena historia, siempre tiene un momento difícil o tal vez muchos, y Diego Cadavid no es la excepción. El paisa ha tenido que superar diferentes obstáculos y todos ellos los ha logrado superar. Poder saber un poco más de su historia y ver lo que ha conseguido, es solo un ejemplo para muchos. Esta es la historia de este paisa que no ha parado de triunfar en Colombia. Un hombre resiliente y con capacidades y talentos únicos. El es Diego Cadavid.
La infancia y el nacimiento de la pasión de Diego Cadavid
Diego nació en Medellín, rodeado de su familia y de seres muy queridos. Vivía en un barrio donde tranquilamente compartía con sus amigos y donde todo era relativamente normal. Sin embargo, tuvo que enfrentar el proceso de separación de sus padres, el cual no fue nada sencillo. Cuenta él en entrevista con el medio Kienyke, que durante este proceso, sus padres decidieron mudarse a Bogotá. En un principio Diego tuvo la oportunidad de quedarse con su familia en Medellín, pero solo fue momentáneo. Sobre los 12 años se mudó a la capital con el resto de su núcleo familiar, y ahí las cosas cambiaron para él.
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De la vida tranquila en Medellín, pasó a vivir en el centro de Bogotá, donde no era del todo tranquilo. Por el medio de que le pasara algo, vivió mucho solo y encerrado. Además, debía ver los choques que tenían sus padres, sumado a los problemas económicos que tenían. Cuenta él, que todo esto forjó su personalidad, esa solitaria que tiene Cadavid hoy en día; aunque ha sabido compartir esa soledad con su actual pareja. Sin embargo, nada de eso que vivió, le impidió despertar las pasiones que lo convertirían en una figura pública. Al parecer estudió Comunicación, aunque al final optó por tomar otro camino.
Se dice que con 17 años, y estando en Bogotá, ingresó a la Escuela de Teatro Libre de la Candelaria. Allí fue donde empezó a prepararse para poder convertirse en actor. Una decisión muy importante y que claramente tendría sus resultados. Diego Cadavid era talentoso, hoy en día aún más, y por ello mismo tuvo sus primeras oportunidades en la televisión colombiana. El joven empezó a trabajar en producciones de gran fama en el país como Padres e hijos y Betty, la fea. Aunque, esto solo era el inicio de una carrera en la que el paisa ha sido parte de grandes éxitos.
La carrera artística del paisa y su pelea con la depresión
Las apariciones del paisa empezaron a ser bastante recurrentes en la televisión colombiana. Parece que no había quien detuviera la carrera del famoso actor. Lo vimos en María Madrugada, Amor a la plancha y por supuesto en La saga, negocio de familia. El país ya conocía el nombre de Diego Cadavid, pero gracias a El cartel de los sapos, el paisa se consagró. Su actuación en esta historia de narcos, lo llevó a un nuevo nivel de reconocimiento; el actor demostraba sus grandes habilidades para poder darle vida a todo tipo de personajes. Sus apariciones siguieron siendo constantes en producciones colombianas.
Poco después lo vimos en la segunda temporada de El cartel, en La pola, La ronca de oro y mucho más. Claro que en aquel entonces, el paisa también pasó a ser parte de la banda The Mills. Diego Cadavid había sumado a su carrera la faceta de rockstar. Parece que el paisa no tenía límites, pues también brillaba como fotógrafo y ningún reto, era demasiado grande para él. Sus apariciones en producciones nunca mermaron e incluso llegó a ser parte de las plataformas digitales. Brilló en el remake de Café con aroma de mujer y su papel en Manes y Primate sorprendió gratamente a muchos.
Aunque el paisa ya sabía lo que era el éxito, la pérdida de su abuela fue un golpe muy duro para él. Aquel momento de su vida fue tan difícil que Diego tocó fondo y la depresión que vivió lo dejó muy golpeado. Claro que buscó ayuda y de sus familiares y amigos más cercanos para lidiar con esto. Nunca se dejó derrotar por esta situación, pese a lo complicado que fue para él. Pese a todo esto, su vida profesional nunca quedó de lado e incluso asumió el reto de aprender a cantar. Esto lo hizo para la película El bolero de Rubén; ahora es parte de la serie de Darío Gómez y seguramente seguiremos viendo brillar a este hombre, que es un ejemplo a seguir.
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