No fueron los primeros del año días buenos para el deporte colombiano. El miércoles pasado, en un partido ante el Chasselay, por la Copa francesa, el estelar Falcao García sufrió una delicada lesión en una de sus rodillas.
Los que saben del tema –léase médicos– sostienen que es poco probable que el samario pueda estar en el Mundial de Brasil que arranca en junio próximo.
Si bien es un hecho que la eventual ausencia del atacante del Mónaco francés en la cita mundialista es letal para los intereses de Colombia, también es cierto que no es para convertir el tema en tragedia nacional. Por el contrario, el profesor José Pékerman ya tiene que tener claro que cuanto antes debe buscarle un reemplazo a Falcao y asunto concluido. No me voy a poner a dar nombres de jugadores que puedan sustituir al que sin duda es el mejor futbolista colombiano del momento. Voy, en cambio, a citar algunos ejemplos de futbolistas que se lesionaron antes de la cita mundialista y sus equipos, aunque diezmados, cumplieron en lo deportivo o incluso fueron más allá.
Tal es el caso de Amarildo, quien tuvo la pesada carga de sustituir por lesión a Pelé –¡léase bien: a Pelé!– en el Mundial de Chile de 1962. O Rei se lesionó ante Checoslovaquia y tuvo que decirle adiós al campeonato del mundo. Entonces en su lugar ingresó Amarildo, quien fue clave para que al final Brasil se hiciera a su segunda copa del mundo.
Y qué decir del también brasileño Romario, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Poco antes del Mundial de Italia-90, Romario tuvo que resignar por lesión sus aspiraciones de ganar su primera copa del mundo. Tendría que esperar hasta Estados Unidos-94 para conseguir con creces ese objetivo.
Pongo solo esos dos ejemplos porque la historia del fútbol está llena de ellos. Así, pues, que con Falcao o sin Falcao la selección colombiana tiene una obligación en Brasil: participar con altura. Nadie, creo yo, le está pidiendo a nuestro equipo que tiene que ser campeón del mundo. Esa faena está escriturada para otras selecciones. Estoy seguro de que Falcao, no obstante su dolor en el alma por lo sucedido, piensa igual.
El otro tema que me tiene mortificado, pese a que no ha tenido mucha publicidad en la prensa, es que el gran Nairo Quintana no participaría en el Tour de Francia de este año y, por tanto, no podría defender su segundo lugar de 2013 y mucho menos aspirar a ser primero en los Campos Elíseos.
El español Alejandro “Valverde será el líder en el Tour y yo, por ahora, me centraré en el Giro (de Italia) y Vuelta (a España). El Tour lo dejaremos para otros años”, aseguró Quintana en una entrevista el 16 de enero al diario El Tiempo.
En principio pensé que era una mala jugada del equipo Movistar con el ciclista de Cómbita. Estaba casi seguro de que el cuerpo técnico de Movistar, en cabeza de Eusebio Unzúe, había optado por sacrificar al colombiano para que no eclipsara en el Tour a Valverde.
Un amigo consultó con un familiar de Quintana, quien sin rodeos le explicó el porqué de tan inusual decisión: porque Movistar se comprometió con la organización del Giro de Italia a que Nairo correría la edición de 2014.
Una explicación en la que creo por aquello de los negocios. El Giro de Italia, la segunda carrera en importancia del mundo, quiere tener en sus carreteras al colombiano y Movistar habría empeñado su palabra. Seguramente los italianos piensan que si el antioqueño Rigoberto Urán brilló en la carrera de 2013 (fue subcampeón), Quintana brillará el doble y, por qué no, podría ser el vencedor. Por algo es el mejor escalador del mundo en la actualidad.
Lo que sí es un hecho es que Movistar en el Tour sin Quintana y con Valverde como jefe de filas la tendrá difícil y casi que imposible de cara a una eventual victoria.
El pedalista de la ciudad española de Murcia llegará al Tour con 34 años. Adicionalmente, sus resultados en el pasado en la carrera gala no han sido los mejores: en 2007 fue su mejor presentación con un quinto lugar en la general. A Valverde, sin duda, lo van a ‘devorar’ en la montaña y en la contrarreloj los británicos Chris Froome y Bradley Wiggins.
Tal vez por eso el lunes, tras su victoria en el Tour de San Luis de Argentina, Quintana sorprendió con unas demoledoras declaraciones al diario francés L’Equipe: “No se puede hacer Giro y Tour (el mismo año), así que espero a que Eusebio Unzúe tome una decisión, porque creo que tiene que tener el permiso del patrocinador”.
Pese a esas afirmaciones del Deportista del Año en Colombia en 2013, ¿por qué no pensar en lo impensable? Me explico: ¿por qué Quintana no puede correr el Giro y el Tour el mismo año? Muchos ciclistas lo hicieron con éxito en el pasado. El Giro termina el primero de junio y el Tour arranca el 5 de julio. Es decir, Quintana tendría unos 34 días para recuperarse del Giro y ponerse a punto para el Tour.
Muchos pensarán que estoy soñando. Eso es probable, pero si uno no sueña cuando se habla de deporte, apague y vámonos. De hecho, Falcao escribió el domingo en su cuenta de Twitter: “¡Dios hace posible lo improbable!”. Entonces a soñar se dijo.