Quedarse sordo ya no se deriva solo del uso excesivo de aparatos tecnológicos como audífonos o enfermedades congénitas. Hoy, los expertos señalan que hay enfermedades más proclives a desencadenar una pérdida del sentido de la audición.
Lina Rubio, audióloga y soporte clínico de MED-EL Zona Norte de América Latina, recomienda tener conciencia de que puede haber otros efectos cuando se tiene una condición médica preexistente o una enfermedad crónica que implica consumo de medicamentos.
Entre las enfermedades que son más proclives a desarrollar pérdida auditiva figuran la diabetes, el cáncer y la hipertensión.
Diabetes
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de audición en comparación con aquellas que no tienen la enfermedad.
Aunque no hay una relación exacta, se cree que la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios en todo el cuerpo incluyendo el oído interno, lo que puede llevar a la pérdida de audición.
La pérdida de audición en personas con diabetes puede ser de tipo sensorineural.
Cáncer
Algunos de los factores que pueden llevar a la pérdida auditiva en personas con cáncer incluyen tratamientos como la radioterapia y quimioterapia al alterar los tejidos en células de la oreja interna; tumores en el oído y metástasis porque a veces puede diseminarse en otras partes del cuerpo, así como daño a nervios y vasos sanguíneos, en el caso de ciertos tipos de cáncer que afectan a los sistemas nervioso o circulatorio.
Enfermedades cardiovasculares
Problemas de salud cardiovascular como hipertensión y aterosclerosis pueden afectar la circulación sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo el oído interno.
Mitigar los riesgos de pérdida auditiva es clave cuando se presenta alguna de estas condiciones médicas que imponen cargas sociales y económicas adicionales a las personas que las padecen, las familias y las comunidades.
En Colombia, por ejemplo, según datos del Ministerio de Salud, cerca de 7 millones de personas padecen algún tipo de deficiencia auditiva y el 1 % de la población sorda logra utilizar un dispositivo, escuchar como audífono o acceder a un implante coclear.
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