Colombia se ha propuesto ser la más educada de la región en el año 2025. Para alcanzar esta meta, el país debe superar a Chile, que hoy encabeza los resultados de calidad en Latinoamérica. Los resultados de las pruebas internacionales muestran que los estudiantes chilenos tienen una ventaja sobre los colombianos equivalente a un año de escolaridad. Si ambos países mantienen sus actuales tendencias de mejoramiento, en el término de diez años, Chile habrá duplicado su ventaja sobre Colombia.
Para cambiar esta realidad, debemos revertir nuestra actual tendencia de progreso. No podemos continuar por la senda de unos incrementos lentos y casi imperceptibles. Debemos dar un verdadero salto que nos permita en un lapso corto de tiempo alcanzar mejoras significativas en la calidad de la educación. Ese es nuestro compromiso con esta generación y con las que vienen.
Atendiendo a este compromiso histórico, el Ministerio de Educación Nacional ha lanzado el Día de la Excelencia Educativa o “Día E”, que este año se celebrará el 25 de marzo. Ese día, Colombia rendirá un tributo a la educación tal y como lo hacen aquellos países que reconocen la educación como eje transformador de la sociedad. Durante esta jornada se reunirán en cada una de las 44.000 sedes educativas de todo el país, los cerca de 350.000 docentes y directivos, así como los estudiantes y padres de familia que forman parte de los órganos de gobierno escolar, para definir las metas y estrategias de mejoramiento de la calidad sobre las cuales deberán trabajar a lo largo del año.
Para esta jornada, el Ministerio de Educación Nacional dotará a cada uno de los colegios oficiales del país de herramientas de sencilla comprensión que le facilitarán a los docentes alcanzar las metas trazadas. Contrario a lo que ha ocurrido en el pasado, donde se le ha obligado a los docentes a adoptar el lenguaje complejo de los economistas para interpretar los resultados de las pruebas Saber, durante el “Día E” se entregarán instrumentos que permitirán llevar al aula las transformaciones necesarias para transformar la historia de la calidad educativa. Esto sin duda maca un hito, pues vuelve al aspecto humano de la educación, concibiendo al estudiante como centro del quehacer docente.
El más valioso de estos instrumentos será el Índice Sintético de Calidad Educativa. Una herramienta de seguimiento de la calidad que marca dos transformaciones en la concepción de la excelencia educativa. La primera consiste en alejarse de la mirada tradicional que valora el desempeño en las pruebas de un colegio en comparación con los demás, y valorar, en cambio, la capacidad de los colegios de mejorar en relación consigo mismos. Esto implica que los mejores colegios no serán necesariamente aquellos con resultados destacados en las pruebas, sino los que demuestren progreso consistente en el desempeño de sus estudiantes. La segunda transformación implica, por primera vez en la historia, incluir otros factores distintos de las pruebas estandarizadas como criterios de calidad. El Índice Sintético de Calidad incluirá factores como el ambiente escolar y las tasas de promoción como elementos integrales del desempeño de los colegios.
Este esfuerzo quedaría incompleto si no viniera acompañado de incentivos robustos que premien el esfuerzo de los docentes para acelerar la trayectoria de mejora en la calidad de sus respectivos colegios. Por esta razón, el Ministerio de Educación ha anunciado un ambicioso programa de estímulos a la calidad: a partir de ahora, los docentes, directivos y personal administrativo de los colegios que alcancen las metas de mejora establecidas en el “Día E”, podrán recibir un incentivo económico equivalente a un salario adicional al año. El programa se empezará a implementar de manera inmediata para todos los rectores del país y para cada uno de los profesores y trabajadores administrativos de los colegios de Jornada Única. En un plazo corto, el programa se expandirá a todos los colegios oficiales del país. Este plan de incentivos a la calidad es una poderosa evidencia de que el gobierno se toma en serio el rol protagónico de los maestros en la construcción de un país más educado.
Pero el “Día E” no se concentra únicamente en los docentes; los instrumentos que se han ideado persiguen que la comunidad educativa en pleno apoye de manera decidida las estrategias de mejoramiento definidas por los establecimientos educativos. Los colegios deberán compartir con los estudiantes y padres de familia las metas y estrategias de mejoramiento acordadas durante esta jornada. Esto busca que el mejoramiento se convierta en un trabajo articulado entre todos los actores interesados en el proceso educativo.
En suma, el “Día E” establece una promesa: que esta generación que hoy se forma en las aulas recibirá una educación de calidad que le permita transformar sus vidas, que construya equidad, cimiente la paz y ponga punto final a una historia en la que la educación no ha constituido un factor de movilización social. Esperamos que en diez años, cuando miremos hacia atrás, recordemos el “Día E” como el punto de inflexión de la calidad educativa en Colombia.
*Gina Parody
Ministra de Educación Nacional