La corrupción en Sincelejo y el departamento de Sucre es una práctica intrínseca de generaciones de políticos y funcionarios, la cual ha sido tomada por nuestros jóvenes funcionarios que ven en este flagelo una manera fácil de enriquecerse sin medir sus futuras consecuencias. No podemos tocar a Sincelejo sin antes mirar lo que nos enseña el que se supone es el papá de los municipios, la Gobernación de Sucre.
El “Sucre libre de corrupción”, que nos vendieron, resultó un chasco de alto turmequé: garajes disfrazados de clínicas para los cobros ficticios de los "carteles de la hemofilia” y los “enfermos mentales"; el cartel de la educación con pagos para acceder al trasladado, y el deshonroso y corrupto programa de alimentación escolar PAE. A ello le encimamos los carteles de las “obras de la Mojana”, los carteles de la contratación en las “vías de Sucre”, en fin, nuestro departamento es un “Sucre lleno de carteles de la corrupción”
Pues ahora y como buenos “copiadores” de las malas actuaciones y observadores de los actos de corrupción, estudiaron al pie de la letra las denuncias de la Revista Semana, según las cuales “varios municipios enfrentan un caos por cuenta de extrañas determinaciones que transforman la destinación de la tierra”. En vista de ello, al Secretario de Hacienda del municipio de Sincelejo, Eder de Jesús Valeta López, y al jefe de la oficina de impuestos de esa Secretaría, Carlos Andrés Guevara Tapias, en un acto único, nunca antes visto en Sucre, el jefe de la oficina de Control Interno Disciplinario Municipal, David Andrés Bertel Hernández, les formuló pliego de cargos, según auto # 97 de julio 24 del 2017, “por medio del cual se evalúa una investigación disciplinaria” por un acto doloso y cuya formulación por ser disciplinaria no le procede recurso alguno.
La situación fue la siguiente: el 11/10/2016, el jefe de impuestos a una de sus subalternas le ordena "cambiarle el destino de predios no urbanizados por destino comercial”. Esos predios ubicados en Sincelejo, tenían como referencia catastral las siguientes identificaciones: 01-01-0242-0928-000; 01-01-1088-0015-000; 01-01-0242-0175-000:01-01-0242-1099-000 y 01-01-1090-0011-000. Una vez efectuado la orden de la corrupción, y sin ser sometidos a su estudio y discusión por el consejo municipal para el cambio del POT, estos señores, emitieron la resolución #61396 de 11/10/2016, donde le aplicaron el artículo 141 de la Ley 1607 de 2012, y como arte de magia, se elaboró en tiempo récord una nueva factura de del pago del impuesto que pasó de $2.260.250.316.oo a la irrisoria suma de $222.820.279.oo.
Los susodichos empleados de confianza del alcalde Jacobo Quessep Espinosa, al sentirse descubiertos, intentaron conseguir en oficio #01.400.01.063 de febrero 7 del 2017, donde la secretaria de Planeación certificaba que esos predios eran “lotes urbanizables no urbanizados”, situación que no se dio. Por tanto, los implicados ordenaron nuevamente a sus subalternos reversar sus actuaciones, pero ya los beneficiados habían hecho uso del pago respectivo y la falta disciplinaria estaba consumada.
La denuncia de tales sucesos fue efectuado por el civil Luis Alberto Martínez Murillo el 6 de diciembre del 2016 y en ella el señor Martínez, alega que dichos funcionarios “comieron mermelada”, cosa que deben investigar los diferentes órganos de control y sanción.
Lo preocupante para la comunidad sincelejana es el silencio absoluto de las autoridades locales. Se nota en las dependencias de hacienda e impuestos largas y secretas reuniones de los implicados con el jefe liquidador, Nadir Eliécer Santos Chica, quien conoce verdaderamente la “letra menuda” de los impuestos, con su mentor y jefe, el concejal liberal Daniel Merlano, familiar del exalcalde Jaime Merlano y primo del actual mandatario, quienes manejan con patente, esas dependencias desde muchísimos años atrás.
No sabemos qué va a pasar. A todas las investigaciones en Sincelejo y Sucre se les escucha decir: “eso es persecución política”, ”aquí no ha sucedido nada”. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros es que ese “entuerto se hincha” y allí lo que hay es “mermelada de la mejor calidad”. Por favor, Fiscalía y Procuraduría investiguen y verán. Que no salga ahora el papá del alcalde, Omar Quessep Feria, diciendo que los fiscales y abogados lo están extorsionando. Ese también es otro cuento chino que le falta una pieza y bien grande.