Con frecuencia los memes en Facebook roban sonrisas y se han convertido en una práctica común luego de cualquier hecho de interés público; algunos para protestar, otros para mofar y unos cuantos para insultar, todos tan insignificantes a primera vista pero con diversas repercusiones de fondo.
Los colombianos conocemos de primera mano los resultados de la estigmatización social que se vive en el exterior. Muchos son los que han tenido que soportar cualquier tipo de comentarios, a veces sin intención de insultar según los extranjeros, pero tan íncomodos que ninguna explicación posterior es válida para que, aunque sea por dentro, nos quejemos de los malos momentos que marcaron la historia del país y que más de 20 años depués sigan siendo una carga fuera de casa.
Volviendo a los memes, hace algunas semanas se conoció uno publicado por una embajadora de la UNICEF, un hecho bastante inesperado de una personalidad como estas, pero no es esa la discusión ahora, lo importante será el impacto que generó el hecho. Otro caso igual es el del periodista belga que publicó una caricatura con el mismo mensaje del anterior, dos hechos que luego de la presión e indignación internacional obligaron a que la primera renunciara a su título y al segundo presentar sus disculpas públicas. En resumen, los colombianos siempre sentimos que nos atacan cuando se refieren a nosotros como narcotráficantes o mafiosos y el contra argumento más usado, para el primer caso, es que “nosotros somos los que la producimos pero ustedes la consumen”, como si alguno de los dos lados fuera peor que el otro.
La responsabilidad directa se le otorga a los medios de comunicación y los canales privados que con sus diferentes producciones hacen uso de los peores estereotipos que hemos tenido en la historia para lograr masivas audiencias y que, paradógicamente, se convierten en los productos de exportación y puntos de referencia de nuestra sociedad que, salvo algunos que han tenido contacto con colombianos, continúan teniendo la misma idea.
El deporte se ha convertido en otro argumento fuerte para quienes respondenos a las típicas preguntas con un “Colombia es más que eso” y sentimos algo cercano a la ira cuando vemos estas series en la televisión internacional logrando solo convertirnos en la burla de otros.
Pero usted que no tiene nada que ver con los grandes medios, que tiene familia o amigos en otros paises y que los tiene como contactos en su Facebook u otras redes sociales y que comparte memes que se valen de esos mismos modelos es tan culpable, aunque no lo crea. Y si ve esto como un insulto o una revelación le voy a explicar el por qué de mi afirmación.
Como es de esperarse de cualquier colombiano, la eliminación de la selección del mundial generó en mí gran tristeza, aunque me siento feliz por la instancia que se logró y lo importante que esto puede ser para la imagen del país en el exterior. El arbitraje fue bastante polémico, al punto de culpar al juez del final del campeonato para Colombia y, como era de esperarse, los memes empezaron a circular. Sorprendentemente, colombianos a los que tanto insulto les parece las imágenes que ridiculizan al país han creado y compartido otras que usan la macabra idea mafiosa para amenazar al que ha sido considerado el culpable. Mi propósito no es defender al español, cada quien puede hacerse su propia idea y no es mi interés cambiarla, lo que me preocupa es ver que, a pesar de quejarnos siempre, continuamos reproduciendo ideales terroristas que hacen pensar a otros que nos sentimos orgullosos de eso.
Así pues, si a usted no le gustan las series mafiosas y desea que al fin Colombia sea reconocido por otras cosas, no comparta ese tipo de imágenes que tanto daño nos hacen, si le parece estúpido lo que digo entonces después no se queje porque al final lo están reconociendo por lo que lo hace sentir orgullo.