Después de consultarlo la almohada, Sergio Fajardo nombró a Luis Gilberto Murillo como su fórmula vicepresidencial. Aunque el nombre de Mabel Lara también sonó, Murillo quien se lanzó como candidato presidencial por el partido Colombia Renaciente, fue considerada la mejor opción para el candidato debido a su trayectoria. Después de llegar a Colombia tras estar exiliado durante 10 años en Estados Unidos por amenazas de paramilitares, Murillo fue nombrado director del Programa para la Población Afrocolombiana y en el segundo gobierno de Juan Manuel Santos lo designaron ministro de Ambiente.
Murillo llamó a la puerta de la Coalición Centro Esperanza para participar en la consulta como candidato presidencial pero no le permitieron entrar pues ya habían 7 candidatos, entre ellos, Ingrid Betancourt lo que lo distanció de la coalición. Desde entonces, las propuestas le llovieron a Murillo, Petro lo invitó a unirse al Pacto Histórico y hasta le propuso ser embajador de Colombia en Washington si llegaba a la presidencia debido a su experiencia en el exterior, fue revisor del Banco Mundial, trabajó en el BID y consultor de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Sin embargo, Murillo se mantuvo firme en su aspiración presidencial hasta ahora que aceptó la invitación de Fajardo quien declaró que "el poder está en las regiones".