En junio del 2017 sólo un ciclista en todo el pelotón mundial podía tener un palmarés superior a Nairo Quintana: Chris Froome. Nairo había sido criticado duramente en el único fracaso que hasta ese momento en su carrera: no poder ganarle a Tom Dumolin el Giro. Quedó segundo pero para Eusebio Unzúe, su entrenador, era un pecado imperdonable. Por esa fecha Movistar anunció una noticia que terminaría acabando con la confianza de Quintana. Contratarían a Mikel Landa, un gregario del Sky cuyo máximo logro era un tercer lugar en el Giro del 2015. Sin embargo Movistar, movido con capital español, quería un capo de ese país.
A partir de ese momento los resultados de Nairo cayeron. Nunca volvió a ganar una gran vuelta, lo máximo que pudo conseguir fue un cuarto lugar en la Vuelta a España del 2019. Las fuerzas del equipo, al dividirse entre Landa, Nairo y Valverde, quedaban debilitadas. Mientas un corredor como Froome podía tener a disposición a siete gregarios, a Nairo le tocaban dos y muchas veces le tocó solo.
Nairo fue víctima de una campaña mediática sin precedentes en el ciclismo moderno. Ponían a hablar a viejos compañeros de él, como el italiano Visconti, y ponían a Nairo como una especie de dictador sudaca indeseable. En el documental que saca Netflix por estos días, El día menos pensado, se ve claramente como el equipo lo traicionó, lo humilló, lo pordebajeó, como preferían por encima a Mikel Landa solo porque era español.
Y es que está claro que la nacionalidad tenía que ver. Otro gran campeón como el ecuatoriano Richard Carapaz también fue víctima de las políticas del equipo. Aunque ganó el Giro, muy a pesar de Unzúe que quería que lo ganara Landa, iba a quedar este año no como líder único sino como gregario de lujo de Valverde y Enric Mas. El ecuatoriano prefiero tomar el mejor contrato que le ofrecía el INEOS y al menos ganará más plata sirviendo a Egan, Froome y Thomas. Los españoles, dentro del documental, hablan de la supuesta deslealtad del ecuatoriano algo a lo que Carapaz ha respondido con dureza: "No he sido desleal en ningún sentido. Di más de lo que me habían pedido. Como corredor lo hice lo mejor posible, y si no me valoran, cada uno sacará sus conclusiones”. Además se sintió subestimado: “Yo no quería estar a la sombra de nadie, sino que siempre pensé en hacer mi propio camino. Nunca conté con una confianza que tal vez nunca se me transmitió, o se me transmitió muy poco. Me planteé que tenía 25 años y quería experimentar cosas nuevas y, si me equivoco en tomar la decisión, prefiero equivocarme ahora y no después".
El ciclista de 26 años espera en el 2023 ir con el INEOS ha ganar el Tour de Francia. Tiempo le sobra. En el Movistar siempre sería un peón de los españoles.
