Quienes tenemos la experiencia de servir de confidentes a mujeres comprometidas o casadas hemos escuchado situaciones de sometimiento por parte de sus parejas masculinas y todas convergen en un mismo punto: la opresión.
Será que el machismo del colombiano es tal que sus conductas son predecibles, a continuación algunos ejemplos:
Algunos de ellos creen que su pareja es el reemplazo de su madre y no reconocen la integralidad de la mujer
Otros que agreden verbal, física o psicológicamente a la pareja y después con serenatas, ramo de flores, pollo asado, paseos o regalos quieren resarcir el daño.
Otros personajes que con la excusa de que protegen a la mujer le quitan independencia y les roban sus sueños profesionales y de seres humanos. En estos quiero hacer énfasis: están los violentos que a través de su agresividad someten a la mujer y le prohíben contacto alguno con amigos y familia. Además les impiden realizarse humana y profesionalmente, porque saben que si conocen el mundo, muy seguramente los dejarán. Pero también están los disimulados que comienzan de forma solapada y metódica a separar a la mujer de su familia, circulo social y laboral, manipulando que el entorno de la mujer es dañino para ella y haciéndola sentir miedo por todo lo que la rodea, a excepción del enemigo oculto que comparte vida con ella.
Están los manipuladores que si tienen alguna enfermedad que no siempre es mortal, o que sufren de “soledad” logran victimizarse a tal punto que la mujer piensa que cualquiera de sus acciones lo puede afectar, entonces prefieren no hacer nada y quedarse al lado del moribundo afectivo. Otros chantajistas, que convierten a sus hijos en mecanismos de coartar la libertad de la mujer con la excusa de que los menores siempre deben estar al lado de sus madres y que si algo les sucede es culpa de ellas.
Intimidación a la autoestima
O qué me dicen de aquellos depredadores de conciencia que se encargan sistemáticamente de menoscabar la autoestima de las mujeres expresándoles que sin ellos no son nada, sin ellos no van a progresar, que quién se va a fijar en ellas. O las tratan sin razón de feas, gordas, flacas y demás.
Y aquellos que de forma soterrada comienzan a acercarse a la familia y amigos con la excusa de estar más pendiente de ella y corteja a los unos y otros, con el objetivo de cercarla, no darle el mínimo respiro y conocer hasta su más mínimo movimiento.
Aquellos que con la excusa de que no quiere que la mujer pase trabajos o corra peligros empiezan a montar un entramado económico para que la mujer a corto plazo se convierta en una dependiente y atada a la manutención y uno que otro regalo. Y la mujer es tan noble que no lo deja por no quedar como oportunista, por pena o por miedo.
Aunque no estoy descubriendo nada nuevo. Es bueno recordar las estrategias abyectas en contra de la mujer y su desarrollo integral.
Pero lo peor de todo es que algunas mujeres se creen el cuento que la posesión es amor.
Como expresa un mensaje publicitario:
Que no te roben tus sueños.