El 16 de diciembre empezó a circular el rumor: este miércoles 18, a las ocho de la mañana diferentes ONG’s feministas, ateas, LGTBI y hasta seguidores de bandas de rock y cristianos inclusivos esperaban frente al concejo de Bogotá a Marco Fidel Ramírez quien, después de las elecciones de octubre, debe salir del concejo. En los ocho años que fue diputado enfrentó con ahínco a todo lo que representara progresismo, rompimiento, diversidad. Por eso las personas asentadas allí querían despedirse gritando su rabia.
Comparado con otros pastores bogotanos, Marco Fidel Ramírez no representa un gran caudal electoral. Su iglesia Familiar Internacional apenas tiene 600 fieles. A Ramírez lo ha ayudado sellar alianzas con políticos influyentes como Alejandro Ordoñez, de quien siempre se ha sentido cercano. Uno de los pocos libros que ha leído, además del Nuevo Testamento, es uno que reparte entre sus colaboradores jóvenes más cercanos: Sexo, noviazgo y Santidad que dice en su prólogo: "busca dar pautas a una generación que busca dirección en tiempos de gran confusión y seducción de los valores".
Llegó al Concejo de Bogotá en el 2011 con el controvertido Partido de Integración Nacional, envuelto en escándalo de parapolítica. Según sus detractores su puesto en el congreso parecía un púlpito a donde peregrinaban cientos de fieles. Una de sus primeras cruzadas fue contra la comunidad LGTBI, calificando de “inmorales” los programas que Canal Capital, bajo la alcaldía de Gustavo Petro, ofrecía. En su cuenta en Facebook en el 2013 posteó frases tan homofóbicas como esta: “Tolerancia es la palabra favorita de quienes aman la inmoralidad sexual y contemporizan con la perversión de una sociedad atea y confundida”. Apoyado en el fanatismo de sus seguidores su gestión se gastó en luchas tan inútiles como intentar prohibir el Halloween por considerarla una celebración satánica, además se metió con Shakira ya que dijo que su video con Rihana promovía el lesbianismo. En ese mismo 2014 intentó prohibir la presentación del grupo Calle 13 por que sus letras incendiarias promovían el comunismo y la perversión de las costumbres.
En su delirante homofobia les pidió a los padres no llevar a sus hijos a ver la nueva versión de Disney de La Bella y la Bestia, porque uno de sus protagonistas era homosexual, al igual que la emprendió contra la cuarta parte de Toy Story por promover la ideología de género. Además quizo quitarle el nombre a la estación de Transmilenio Profamilia por que esta institución promueve el aborto. El último grupo que intentó vetar fue el de la banda de black metal sueca Marduk en 2018, una iniciativa que tuvo eco en el entonces secretario de seguridad Miguel Uribe Turbay.
Sin embargo no todo fueron disparates y escándalos. Se opuso con firmeza a la intervención de la Reserva Van der Hammen. Los votos obtenidos por su partido Colombia Justo y Libres impidieron que Ramírez repitiera periodo por tercera vez. Sin embargo esto no impidió para que Ramírez escribiera en su cuenta de Twitter esta serie de trinos:
Este 18 de diciembre sus enemigos políticos se dieron cita para despedirlo como se ve en estas imágenes: