Desde el pasado viernes su familia no sabía nada de Andrés Gómez León. Lo llamaron insistentemente a su celular. Desde ese día la llamada siempre se iba a correo de voz.
Un día después de su desaparición los vigilantes del barrio, en Chapinero, se dieron cuenta que el garaje de la casa estaba abierto y que el carro de Gómez León no estaba ahí. Cerraron la puerta y dieron aviso a la administradora del edificio.
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Andrés Gómez, quien hacía parte de la comunidad Lgtbi, vivía en arriendo junto a unos extranjeros en el apartamento donde fue encontrado muerto. Su mamá, quien fue la persona que lo encontró sin vida, le dijo a los investigadores judiciales que días atrás había tenido problemas con sus compañeros de vivienda por cuenta del pago del arriendo.
Pasó todo el viernes y todo el sábado y Andrés Gómez León, quien se comunicaba todos los días con su mamá, María Alicia León, nunca más apareció. En el apartamento solo reinaba el silencio y adentro, sin que lo supieran la muerte ya estaba presente.
Gómez León tenía 37 años. El estético quien trabajaba en centro de estético y estudió unos pocos semestres de enfermería lo encontraron sin vida el pasado lunes, tres días después de haberse perdido del radar de sus amigos y familiares. Lo encontró muerto su mamá.
Después de intentar localizarlo por cielo y tierra, la señora María Alicia fue hasta el apartamento de su hijo. Nadie respondió a los insistentes llamados a la puerta. Con la ayuda de un cerrajero y en compañía de la policía, lograron abrir el apartamento.
El cuerpo de Andrés Gómez, quien era nacido en el municipio de Chía estaba sobre su cama. Estaba a medio vestir. La primera en ver el cadáver fue su mamá. La policía dijo en su informe preliminar que el cuerpo no tenía signos de violencia y que las puertas, las ventanas y las cerraduras del apartamento tampoco había sido violentadas.
Según lo dijo doña María Alicia en el apartamento de su hijo hacen falta muchas de sus pertenencias de valor. Su carro tampoco aparece. Y de los extranjeros que vivían allí nada se sabe. Hasta el momento, el asesinato de este miembro de la comunidad gay, es otro misterio que los policías judiciales ya tienen en sus manos.