Si el gobierno de Duque no hubiera perdido los primeros años bloqueando la JEP, frenando el proceso de paz con el ELN, archivando la Reforma Agraria Integral y deteniendo la sustitución de cultivos de coca, entre otros puntos esenciales del acuerdo, sin duda, todo el país estaría celebrando logros de convivencia y desarrollo agropecuario y socioeconómico equitativo. Es el caso de algunos grupos de reinsertados que, en medio de latentes amenazas a sus vidas, para la ejecución de sus proyectos cuentan con financiación internacional, y apoyo de varias entidades del gobierno. Por ejemplo, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la ART y ARN, centros educativos y empresas privadas.
Así lo constatamos el jueves 29 de julio. Fuimos invitados por la consejería presidencial para la estabilización, la ARN y ART a la vereda El Pital, en el municipio de Caldono, para visitar la finca donde hace dos años desmovilizados de la columna móvil Jacobo Arenas, de las antiguas Farc, desarrollan un ambicioso proyecto productivo sostenible ambientalmente. Con este, inicialmente establecieron un criadero de 600 cerdos.
Luego construyeron dos corrales automatizados para ampliarlo a 1.200. Trabajan con una empresa privada que les suministra las crías para engorde y compra toda la producción; mientras con recursos de regalías pavimentan la vía de acceso que los comunica con la cercana carretera Panamericana. Y, paralelamente, con la Universidad Javeriana y el Sena capacitan a los reincorporados en conocimientos administrativos y técnicos. Además, empresas privadas, como cementos Argos y la corporación Antioquia Presente y Vida Ciudadana, aportan presentando una maqueta y una casa modelo para un proyecto de construcción de cómodas viviendas para las familias de los reinsertados.
La iniciativa incluye la producción de energía a partir de la fermentación en una pequeña laguna. Toman algunos desechos orgánicos de los cerdos para, con los gases producidos y mediante presión, mover una turbina, que generará energía destinada a abastecer gran parte de la finca. Asimismo, con subproductos de la cría de cerdos suministrarán alimentación a criaderos de trucha del resguardo indígena de Tacueyó, con quienes establecieron un convenio y ahora conviven en cooperación después de tantos años de asolar sus territorios con acciones armadas.
Al mediodía del mismo jueves nos movilizamos al centro recreacional de Coomeva en Santander de Quilichao, donde con la presencia de la alcaldesa Lucy Amparo Guzmán, el gobernador del Cauca, Elías Larrahondo; representantes de empresas privadas; dirigentes de gremios empresariales del Cauca y Valle, y funcionarios del alto gobierno encabezados por el consejero de estabilización, Emilio Archila; el director de la ARN, Andrés Felipe Stapper; el director de la ART, Carlos Zambrano Arciniegas, y el director nacional del Dane, Daniel Oviedo, coincidieron en el informe sobre el proyecto PDET Patía y Norte del Cauca, con participación de ocho alcaldes del Cauca, funcionarios nacionales, departamentales y voceros de empresas privadas y gremios empresariales que operan en la región.
En horas de la tarde se firmó un convenio entre la Gobernación del Cauca, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, mediante el cual la Gobernación ingresó al 'Plan Cauca con legalidad, plan para todo', el cual fue refrendado el 4 de agosto en el Centro de Convenciones de Popayán. Este Plan, con inversión de 170.000 millones de pesos, permitirá acciones conjuntas entre entidades públicas y privadas para impulsar obras de infraestructura y proyectos productivos que mejoren las condiciones de vida de la población de la región y, especialmente, a los habitantes de los municipios declarados PDET en el alto Patía y en el norte del Cauca, mientras que en el plan de sustitución de cultivos de coca asignarán 37.000 millones de pesos a las familias vinculadas al programa PIS.
Son hechos que ocurren en medio del asesinato de líderes sociales, enfrentamientos entre los diferentes grupos armados que ocuparon los territorios abandonados por las Farc y que provocaron desplazamientos, como los de habitantes de Mazamorrero, que arribaron a Quilichao y a Argelia. Al mismo tiempo, en El Pital, Quilichao y Popayán se realizan estos encuentros para resaltar y promocionar acciones de paz.
Si a pequeña escala registramos avances como los de El Pital, con desmovilizados de la entonces temible columna de tropa élite de las Farc Jacobo Arenas criando porcinos, generando alimentación para los criaderos de truchas del resguardo de Tacueyó y energía para su finca, ¿qué no habríamos logrado si este gobierno se hubiera dedicado a sacar adelante el acuerdo de paz desde que empezó su mandato, en vez de oponerse a la implementación integral del pacto; se hubiera dedicado a sacarlo adelante y a replicarlo en vastas regiones del país, vinculándolo a la restitución de tierras −que no han sido devueltas− y a la Reforma Agraria Integral −que fue frenada mientras ganaderos ligados a la economía ilegal arrasan la Amazonia del Guaviare−?
