Este segundo capítulo se trata del mito de la privatización y la empresa privada, uno usado habitualmente para decir que se debe disminuir al máximo el papel de Estado y en su defecto se debe privatizar al máximo.
Se dice que la privatización es la mejor manera para mejorar el papel del Estado y para prestar servicios adecuados y de calidad para todos los ciudadanos. Sin embargo, la realidad es bien diferente a lo que predica la derecha. Las grandes empresas privadas no tienen escrúpulo ninguno, solo les interesa el lucro, sin importar lo que tengan que hacer para conseguirlo.
La relación entre privatización y Estado es simple. Es la transferencia de dinero público para las manos y los bolsillos de unos pocos. Mientras los pequeños y medianos empresarios soportan y levantan el país sin ayuda real y sin que miren para ellos, los grandes "empresarios" se llenan los bolsillos con prácticas corruptas. En definitiva estos "grandes empresarios" se hacen ricos a costa del esfuerzo de nosotros, los ciudadanos.