Desensibilización sistemática y política

Desensibilización sistemática y política

Una perspectiva aplicada a la realidad colombiana

Por: Hernando Copete Ortiz
abril 28, 2021
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Desensibilización sistemática y política
Foto: Pixabay

La desensibilización sistemática (Joseph Wolpe, 1958) es un procedimiento psicoterapéutico para eliminar la ansiedad y el miedo; sentimientos negativos que pueden surgir por temor a hechos (vivencias), escenarios negativos (incertidumbre), circunstancias sociales (accidentes, soledad, competencia, etc.) o ambientales (desastres naturales) que pueden ocurrir, por sus altos niveles de riesgo de una amenaza o peligro que puede dañar a las personas, grupos sociales o recursos.

Un ejemplo, de aplicación de esta técnica, y no muy lejano al entorno colombiano (analogía) es la de la persona que les tiene pánico a las ratas. El procedimiento para el control de esta fobia, es que esta persona pase por una serie de fases o jerarquía de situaciones temidas. La primera es hablar de estos animales, de su evolución, comportamiento y reproducción; luego se pasa a que vea imágenes (fotografías, películas), seguidamente se le invita a ver y tocar ratas de juguete, pero muy cercanas a su estructura corporal; una vez superada esta etapa, se le invita a verlas en vivo, pero dentro de sus jaulas, luego que las vea caminado fuera de ellas; después se le induce a estar dentro del escenario donde las ratas circulan libremente, para finalizar con contactos lejanos donde no usa sus manos, terminando con las caricias y la aceptación.

El ser humano en su contexto de vida (familiar, académico, laboral, social, político, deportivo, etc.) se puede enfrentar a varias situaciones, entre ellas al susto y al miedo. El primero hace referencia a un hecho materializado, real, cuya respuesta es una acción temerosa (respuesta motora); es una percepción (reacción cognitiva), en un espacio (contexto) y en un tiempo (ahora). El miedo es una percepción imaginativa o real, futurista; del surgimiento o probabilidad de que ocurra un hecho de peligro o frustración, en un escenario determinado. Este es el que se busca con la reforma tributaria, pues quien no la cumpla, se le puede privar de la libertad y multar simultáneamente (Código penal artículo 434 A).

El miedo es un estímulo inhibidor de la conducta, el cual se puede utilizar como un condicionamiento, para que un contexto inofensivo se pueda interpretar como de alto riesgo, peligroso. Es mejor pagar que ser castigado o pagar para poder subsistir, pues las necesidades básicas no se pueden postergar.

En consecuencia, el hombre es moldeado por las condiciones exteriores (construcción de un contexto), como son la educación, y su implantación de manera masiva, los intereses particulares; conocimiento de las vulnerabilidades de la comunidad, mantenimiento de hábitos sociales, conocimiento de la experiencia sensible, el discurso, la persuasión. En conclusión, si se quiere un cambio de uno mismo, este debe coincidir con el cambio de las circunstancias que lo rodean y controlan. Esta es una relación recíproca o mejor dialéctica, que el sistema busca ocultar.

En política los conceptos como: persuadir, miedo, ignorancia, intereses particulares, trabajo en equipo, empatía (comprensión intelectual y emocional con el otro, que se convierte en su alterego), son representaciones mentales, que bien entendidas, interpretadas, y aplicadas, son factores importantes en la dominación de grupos sociales y en general de una sociedad. En sus contenidos se puede hacer uso de la desensibilización sistemática.

Lo anterior es fortalecido o aprovechado por el sesgo cognitivo, procesamiento mental que produce una distorsión irracional, donde la lógica no funciona, también se le podría llamar disonancia cognitiva. En consecuencia, entre menos sepan o tengan poco conocimiento, las personas, de su entorno, su realidad, más confianza se les puede generar o introyectar. Para ello se requiere credibilidad, que genere la persona, que quiere persuadir y no los factores sociales verdaderos que rodean a estas personas. Es decir, es una forma fácil y rápida de desviar la percepción de la realidad, juicios, toma de decisiones, para que, de esta manera, se pueda cultivar una irracionalidad humana. Es crear formas de pensar, con ideas puras, las cuales no tienen un contenido real, del mundo sensible.

El futuro, como línea de tiempo, se ubica después de dos (2) etapas temporales, el pasado y el presente. En esos espacios de tiempo se han materializado una serie de comportamientos humanos; pero en el futuro, deben responder a una pregunta como: ¿Qué será lo que expresará y materializará el hombre, en ese tiempo?

Lo anterior se fortalece y sustenta con lo planteado por Aristóteles, frente a las técnicas de persuasión, que señaló, como Logos, Ethos y Pathos. Para el caso, que se viene planteando, la forma de persuadir, es haciendo uso del Pathos, por cuanto, un pueblo sin conocimiento y vulnerable, en un contexto presente caótico, que lleva a la percepción de un contexto futurista, incierto, que genera mucho o demasiado miedo, es muy fácil de manipular, domesticar o dominar.

Por ello ir desensibilizando a las personas del estímulo que le produce miedo, temor, desconfianza, inseguridad, de manera progresiva, y sistemática, no es más que recurrir a los medios abiertos, con información que expresa qué se va a aplicar; luego dicen que ya no, pero que se está mirando, para cambiar, modificar, perfeccionar; para que al final, la gente se familiarice con la información y los lleven a aceptar, sin cuestionamiento alguno, esos contenidos o fines establecidos.

Para el caso, es llevar a las personas, a que acepten, a futuro, el pago de impuestos (reforma tributaria), introyectando en su mente la desesperanza aprendida, a que razonen, que no tienen el poder para eliminar tal escenario y se le suma, los índices de inseguridad, asesinatos de líderes (acción que elimina el surgimiento de otros), la historia cultural del colombiano; en el sentido, que los políticos conocen y saben que el pueblo, es un grupo unido, un nido de ratas, víboras, alacranes, serpientes, lobos, tiburones, que entre ellos no se creen y que pelean por posiciones (antagonismos), actos reactivos, concretos, de reparto de valor, forma de conseguir cesión del otro, unilaterales y de satisfacción inmediata; y no por intereses semejantes (multilateral, significados sociales), cuyo fin es la superación de la visión personal y el mejoramiento de las condiciones de vida. Creo que esta última, sería una forma de construir el paraíso terrenal. Y, por otro lado, sus “líderes” están infectados del síndrome de “QueCa”; Que Carajo, mientras ellos no estén perjudicados, que los demás se jodan.

En resumen, los políticos, sin moral, ética, coherencia social, acuden a la persuasión (Pathos), utilizando el miedo, las vulnerabilidades sociales y enviando mensajes en forma progresiva (desensibilización sistemática), para que sus ciudadanos acepten las diferentes formas de opresión (normas, leyes) y adquieran la desesperanza aprendida. Queden sometidos.

El problema no es pagar impuestos, sé que los colombianos, los aceptamos. El problema es que no se cobran de acuerdo con los ingresos – gastos (consumo) – renta que le corresponde a cada uno de los contribuyentes; y, por otro lado, no se ven reflejados esos dineros, en el sistema de salud, las vías, educación, alimentación, vivienda, seguridad, eficiencia de la justicia (acabar con la impunidad o decisiones como inocente preso y culpable en libertad), etc.

Todo lo anterior es fuertemente nutrido o sirve de catalizador como es  la ciencia de los datos, y sus sistemas de almacenamiento (discos, cintas magnéticas, redes, nube, memoria del ordenador, etc.). Toda esta información se puede interpretar y elaborar mediante el uso de algoritmos; es decir, armar una secuencia de pasos lógicos que permiten identificar un resultado, elaborar caracterizaciones o la solución de un problema. Por ello las bases de datos (negocio) son importantes para las decisiones de los políticos, industriales y ciberdelincuentes.

Los diferentes dispositivos con los que cuentan hoy en día las personas en el mundo, como tabletas, computadores personales, celulares y los registros administrativos de las organizaciones públicas como privadas; permiten identificar los gustos alimenticios, turísticos, de selección y compra de bienes muebles e inmuebles, lugares de ubicación, rutas preferidas, estado de salud, antecedentes disciplinarios y penales, días, horas, páginas web visitadas, variables demográficas, información como, temas de interés consultados, etc. Es más, como resultado de ello, existe el corrector ortográfico automático y predictor de las palabras que podrían aparecer de acuerdo con la secuencia de lo que viene escribiendo. De igual forma, se puede determinar cuáles son los productos y servicios que más se consumen y en qué lugares son adquiridos, factor que permite al sistema, estado u organización, determinar qué tipos de productos o servicios se pueden gravar o aumentar sus precios.

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