Desde que el periodista, congresista y empresario Efraín Páez Espitia y su familia se hicieron dueños de Melodía en 1959, llevan casi 65 años resistiendo en una imponente torre de cristal ubicada al lado de la Avenida Caracas. Su eterna fidelidad hacia la música instrumental, cualidad por la que más los recuerdan los bogotanos, hoy puede considerarse una de las principales razones de su permanencia.
Pero en algún momento Cadena Melodía también apostó por los clásicos anglo e incluso desde hace poco más de diez años incluyen canciones en español. Música variada de artistas como Barry Manilow, Richard Clayderman, Calle 13, Raúl Santi y hasta algún artista de música cristiana pueden colarse entre su programación.
Sus estudios de radio han recibido voces icónicas de la radio nacional como Gustavo Niño Mendoza (La voz de oro de Colombia), Fernando Calderón España y nuevas voces, pero también auténticas, como la de la locutora Juliet Barrera Hernández.
A través de los años, la emisora se ha destacado por programas como Duelo musical, Micrófono libre y por su matutino informativo Últimas noticias para ejecutivos. Dentro de este último presentan el espacio Cundinamarca al Día, fundado hace aproximadamente 50 años y que fue pensado por Efraín Páez Espitia como un noticiero de interés cultural emitido entre las 7:00 a. m. y las 7:30 a. m. Hoy, su emisión se escucha en todo el Departamento.
Otra característica que destaca Cadena Melodía es su decisión de emitir en alta definición y preferir presentar noticias bien grabadas, antes que sacrificar calidad de audio por la inmediatez.
En la actualidad se caracterizan por tener una programación sobria, con noticias leídas en estilo clásico, tono cordial y algunos programas de variedades como su programa Cita con el romance donde se programa música conocida como de plancha consigue un poco más de protagonismo que en el horario convencional. Cerca de 20 emisoras aliadas en ciudades como Medellín, Santa Marta o Barranquilla replican sus ondas alrededor del país.
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¿Quiénes son los dueños de Melodía?
La Cadena Melodía siempre se ha caracterizado por ser una empresa familiar. Fue fundada por Efraín Páez Espitia, pero luego estuvo coordinada por su hijo Gerardo Páez Mejía: policía, periodista y locutor autodidacta formado por su padre.
Gerardo Páez Mejía comenzó a afianzar su amor por la radio familiar en los años setenta cuando le permitieron dar la hora ante los micrófonos y, sin darse cuenta, comenzó a prepararse para continuar con la dinastía.
Actualmente, la emisora es manejada por los hijos de Gerardo, quien continúa ejerciendo, pero ahora, bajo la figura de Vicepresidente. Sus hermanos Nubia Yaneth y Fernando también forman parte de la Junta Directiva. La señora Elvira Mejía de Páez, esposa del fundador, es la gerente de la empresa.
Todos ellos recuerdan con cariño las enseñanzas del patriarca. A quien suelen referir como un hombre trabajador, de convicciones firmes, amiguero y familiar. Así, lo reseñaron la mayoría de los medios de comunicación cuando murió a sus 83 años en 2013 en la Clínica Santa Sofía de la ciudad de Bogotá.
La historia de una Melodía
Cadena Melodía nació de la fusión de una radio originalmente llamada Radio Industrial de Bogotá con otra de Medellín llamada Melodía FM Stereo. Según informaciones oficiales, arrancó en 1965, pero el espacio (anteriormente conocido como Radio Líder) había sido adquirido por Páez Espitia en 1959.
La cercanía del empresario con el expresidente Julio Cesar Turbay, con quien militó en el Partido Liberal, ayudó a que la Cadena Melodía pudiera afianzarse. En esa época, compro La Voz del Tequendama, que le habría costado alrededor de un millón de pesos de la época.
Efraín Páez Espitia también se caracterizó por estar siempre pendiente de las nuevas tendencias y por evocar las épocas doradas de la radio. Poco antes de empezar el nuevo milenio, en una entrevista, enfatizó que las nuevas generaciones tienen que saber que en esos momentos está el origen de la televisión contemporánea.
Alguna vez viajó a Argentina para así tener nuevas perspectivas del negocio. Allá entendió que necesitaba invertir en el transmisor, la antena y unas buenas locaciones adecuadas a cada detalle. Así lo recuerdan sus hijos y nietos que ahora manejan la emisora y cuentan que para él el éxito dependía de cinco elementos: equipos, sonido, programación, sintonía y ventas.
Este es parte del legado de Efraín Páez Espitia y así lo han conservado sus herederos, quienes continúan al mando, aunque hayan tenido que hacer cambios para resistir las transformaciones en cada época.
De hecho, desde 2013 solo emiten en AM con alta fidelidad en lo técnico y en sus oyentes que siguen acompañando a la querida emisora bogotana, siempre firme en su icónica torre de cristal en zona céntrica de Bogotá.
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