“Pero, si de verdad querían encontrar la maldad diabólica, solo tenían que mirarse al espejo” (Y. Harari)
En días pasados escuché una entrevista que se le hacía al abogado Guillermo Mejía en el programa Nocturna de RCN, el cual hablaba precisamente del título de este artículo, el que me llamó la atención no solo por su actualidad sino por la influencia de fuerzas externas en el pensamiento del hombre, en especial en lo relativo a lo espiritual y lo religioso. La descristianización es el proceso de alejar a un pueblo o individuo de la fe o la moral cristiana, mientras que la islamización es el proceso de cambios culturales y sociales que se producen en las regiones después de las conquistas árabes
De ahí que nos encontramos frente a una lucha que lleva muchos años, todos tratando de conseguir adeptos sin importar los medios, igualmente cómo los países en pos de lo religioso van invadiendo, imponiendo precisamente ese sentir sin importar el pensamiento del otro o la idiosincrasia de toda una nación. Ejemplos claros tenemos las conquistas de los españoles en América latina, de los ingleses en América del norte, o lo sucedido en el continente africano a través de la historia o la influencia de la inquisición en toda Europa lo que generó un nuevo sentir, llevando la religión a toda costa.
Es un hecho cierto que la religión lleva implícito unos dogmas que son alterados a conveniencia y adecuados sus libros sagrados para conseguir nuevos feligreses, (ver los Concilillos) hay una nueva realidad intersubjetiva acerca del avance de la islamización, es decir, estamos dejando de ser cristianos no solo en Europa sino en américa.
Es un fenómeno que se presenta con más profundidad en Europa como consecuencia de la inmigración, donde se están presentando guerras continuas como en Siria, Palestina (judíos y palestinos) lo que genera un desplazamiento de seres humanos buscando una nueva vida, una gran manzana donde se pueda conseguir un nuevo horizonte, como también la elección de políticos de origen islámico, bien de nacimiento como adopción; pero esto ha afectado a América, pues se convirtió en un paso obligado hacia Norteamérica dejando a su paso esa estela religiosa, como africanos, hawaianos, cubanos etc.; de allí la proliferación de nuevas iglesias, nuevos pastores y el paso de los inmigrantes ayuda a ese cambio de pensamiento religioso.
Hay cristianos que se han pasado a otras religiones en especial la islámica, al parecer esta última abriga a aquellos que no siguen en la tradicionalidad, como también a sectas evangélicas o protestantes, y a esa falta de interés religioso de las instituciones, generando una ausencia de fieles lo cual sostiene a la iglesia. Existe una influencia desde el papa Francisco con esa reforma, la manera de vez a los pederastas y en especial la homosexualidad, situación que ha llevado a que los cristianos busquen en otras religiones sostener su espiritualidad.
Afortunadamente en estos momentos sociales no se impone la religión sea cual fuere su designación a la fuerza, acabando con indígenas, esa cosmogonía que venía desarrollándose a través de la cultura y su folclor; sino de manera ideológica y social, aprovechando los baches de otras religiones y su adaptación a ese nuevo sentimiento religioso.
Cómo lidiar con ese intento de la islamización en América latina o continuar con la cristianización de antaño, y serían para unos el respeto de los derechos humanos en especial en lo que tiene que ver con la libertad de culto, el respeto a su cultura y tradición y para otros la erradicación de los invasores, el no permitir el paso por esos lares o ponerles más seguridades policivas mientras que se encuentran en los países latinos hasta llegar a la gran manzana.
Hay una sociedad origen que no debe ser corrompida y son los sacerdotes, pastores y rabinos los encargados de proteger esa tradición, hay un coletazo de esa trasislamización que influye en América, nótese como en Maicao hay una colonia antigua de musulmanes, en Venezuela han aumentado este tipo de instituciones por la influencia Irán y su apoyo al sistema de Nicolás Maduro y en sectores de la costa hay mezquitas que compiten de alguna manera el culto cristiano.
Tendrán que entrar esas iglesias a un mecanismo de autocorrección, para supervisar a los miembros humanos en asuntos personales como en lo espiritual, debería existir un diálogo entre civilizaciones, entre unos monoteístas o multiteistas, enmendar también el contenido de los libros sagrados para adecuarlos a las nuevas evoluciones sociales para actualizar precisamente ese sentido espiritual, renovar las escuelas y la enseñanza para dejar que sean exegéticas sino comprender que todos los seguidores tienen derecho a interpretar la ley religiosa y cumplir la misma, para evitar con ello la interpretación de una guerra santa y la inmolación de manera personal de adeptos o el enfrentamiento abierto entre sus seguidores.