Este 20 de junio terminó la legislatura con un orden del día en el que los proyectos de un agenda con proyectos menores, mientras que el congreso se le atravesó a leyes que contaban con apoyo popular como la ratificación del Acuerdo de Escazú, un reclamo desde las mesas de dialogo producto de las marchas del 2019, de protección ambiental asi como la prohibición del fracking en la extracción de petroleo, que ni siquiera contó con quorum para debatirlo.
Se hundieron dos inciativas para solventar el golpe de la pandemia en los sectores de bajos recursos como la renta básica y la matricula cero hasta el 2022, que además eran banderas del paro nacional. Gracias a la presión ciudadana pasaron finalmente las leyes de comida chatarra y la licencia de paternidad compartida.
En cambio, la presidencia del Congreso en manos de Arturo Char prefirió discutir normas para homenajear entre otros al carriel antioqueño, los habitantes de Chiquinquirá y el bicentenario de la constitución de Cúcuta.